Nuestro Catecismo
Equipo pastoral de la Prelatura de
São Félix do Araguaia, MT, Brasil
Presentación
Nos gusta el catecismo. Fue en el catecismo donde aprendimos a conocer a Dios y a rezar. Fue en el catecismo donde comenzamos a tener amistad con Jesús. La Biblia es el libro del Pueblo de Dios. El catecismo es como una cartilla. En el catecismo encuentramos resumidos los principales temas de nuestra fe; algunas de las Palabras más importantes de la Biblia, los hechos más significativos de la vida de Jesús.
Es necesario conocer y vivir el catecismo
Conocer el catecismo es comenzar a andar por la vida iluminados por Dios.
Pero no hay que conformarse sólo con saberlo de memoria... es necesario CONOCER Y VIVIR EL CATECISMO. Conocer y vivir el Evangelio. Conocer el proyecto de Dios, que es su Reino y trabajar por el Reino, hasta la muerte.
Este nuestro catecismo presenta:
Primera parte: EL CREDO explicando; lo que tenemos que creer.
Segunda parte: nuestra LEY, cómo tenemos que vivir.
Tercera parte: nuestra ORACIÓN, cómo tenemos que rezar.
Cada tema tiene un mismo esquema de desarrollo, que se realiza en 4 momentos o pasos:
• primero la explicación del tema.
• luego van unas palabras escritas en letras grandes.
Esas palabras son para aprenderlas de memoria.
Son como el resumen, como el fundamento. Los mayores, y hasta los niños, las deben aprender.
• Hay unas preguntas para la reflexión en la Comunidad,
• y al final, se sugiere un momento de oración y alabanza.
Las principales oraciones de la tercera parte, también las debemos conocer todos.
Eso quiere decir que el mejor catecismo no es un libro. EL MEJOR CATECISMO ES LA FAMILIA, cristiana y unida. EL MEJOR CATECISMO ES LA COMUNIDAD: sincera en su fe, participativa en las celebraciones y valiente en las luchas de la vida.
Cada uno de nosotros debe ser, para los hermanos, un catecismo vivo.
Como Jesús es el “catecismo” del Padre.
Como María y los apóstoles son los primeros “catecismos” de Jesús.
¿Qué es lo que creemos, hablamos y hacemos? La fe que tenemos en el corazón debe manifestarse a través de nuestra vida.
Nosotros, debemos ser, como Jesús, la luz del mundo.
Obispo de la Prelatura de São Félix do Araguaia, MT
PRIMERA PARTE:
Nuestro credo
1
Creemos en Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo
Existe un solo Dios verdadero
Nosotros, los cristianos, creemos que hay un solo Dios verdadero.
Creemos que este Dios es uno solo, pero son tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Las tres personas son el único y el mismo Dios.
El Padre Eterno es Dios.
El Hijo, que se hizo hombre se llama Jesús, es Dios.
El Espíritu Santo, enviado a nosotros por el Padre y el Hijo, también es Dios.
Un solo Dios en tres personas
A este Dios le llamamos Santísima Trinidad.
Nadie está capacitado para entender y explicar correctamente lo que es la Santísima Trinidad, pues Dios es infinitamente más grande que nosotros.
Por eso se habla del “misterio” de la Santísima Trinidad.
Jesús nos reveló que la vida de Dios se manifiesta en la Santísima Trinidad
Jamás nadie podía descubrir que la vida de Dios es así. Fue Jesús quien nos lo reveló.
El dice:
“Yo y el Padre somos uno” (Jn 10, 30).
“El Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre les enseñará a ustedes todas las cosas” (Jn 14, 26) -Ver los capítulos 14, 15 y 16 de Juan.
“Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19).
Dios es la Comunidad más unida
El misterio de la Santísima Trinidad manifiesta que Dios forma una comunidad.
Una comunidad muy unida. Tan unida que, siendo tres personas diferentes entre ellas, son, al mismo tiempo, un único y solo Dios.
Debemos vivir unidos como la Santísima Trinidad
Dios nos creó semejantes a El. Nos creó para que vivamos en comunidad, una comunidad muy unida en el amor.
Todos diferentes, pero al mismo tiempo iguales. Los primeros cristianos formaron una comunidad tan unida que todo el pueblo se admiraba de ellos. Y por eso “eran estimados por todos” (Hech 2, 42-47).
Ellos, sí que vivían de Dios.
Vivían como la Santísima Trinidad. Todos nosotros fuimos bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Por eso, a través de nuestras vidas y de nuestras comunidades, debe manifestarse la unión de la Santísima Trinidad.
Recordamos:
• EXISTE UN SOLO DIOS VERDADERO
• UN SOLO DIOS EN TRES PERSONAS
• JESÚS NOS REVELO QUE LA VIDA DE DIOS SE MANIFIESTA EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD
• DEBEMOS VIVIR UNIDOS COMO LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué señales de desunión y división hay en tu comunidad?
• ¿Qué hechos o signos de unidad y fraternidad hay en la comunidad?
• ¿Qué estamos haciendo los cristianos para que nuestras vidas den a conocer mejor que Dios es comunidad?
Rezamos:
“Que la gracia de Cristo Jesús el Señor,
el amor de Dios Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos nosotros” (2 Cor 13, 14).
2
Creemos en Dios todopoderoso creador del cielo y de la tierra
Dios es Nuestro Padre
Dios es nuestro verdadero Padre. Dios nos hizo semejantes a Él, como un hijo es semejante a su padre (Gn 1, 26).
Todos somos hermanos
El es PADRE DE TODOS. Por eso, todos somos hermanos. Todos iguales. Nadie es más que los otros.
Todo lo creado por Dios es para todos
Todo lo que existe es de Dios. Él hizo todas las cosas para nosotros. Para todos nosotros, sin diferencias o privilegios.
Dios nos da la vida y las condiciones necesarias para vivir: la inteligencia, el corazón, la fuerza de los brazos, la salud.
El nos da:
• la tierra con las plantas,
• el agua,
• el cielo con el sol, la luna y las estrellas,
• las aves, los peces y los demás animales. (Gn 1, 28).
Nosotros participamos de la fuerza creadora de Dios
Nosotros participamos de la fuerza de Dios por medio de nuestro TRABAJO.
Por el trabajo sacamos de la tierra lo necesario para vivir, transformamos el mundo y creamos suficientes recursos para vivir todos.
Recordamos:
• DIOS ES NUESTRO PADRE
• TODOS SOMOS HERMANOS
• NOSOTROS PARTICIPAMOS DE LA FUERZA CREADORA DE DIOS
• TODO LO CREADO POR DIOS ES PARA TODOS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Por qué en la comunidad no vivimos como hermanos?
• ¿Qué cosas ha dado Dios a nuestra comunidad? ¿Qué uso estamos haciendo de ellas?
• ¿Para qué sirve el trabajo que hacemos? ¿A quiénes beneficia?
Rezamos:
Señor,
que nuestra inteligencia te conozca,
que nuestro corazón te ame,
que nuestros brazos te sirvan en los hermanos
aquí en la tierra que tú nos has dado para beneficio de todos.
3
Creemos que Dios quiere la igualdad y felicidad de todos
Dios quiere la fraternidad y la felicidad de todos
Un verdadero padre quiere a todos sus hijos.
No permite que un hijo se aproveche de los otros hermanos.
Dios, que es nuestro Padre, también quiere la fraternidad y la felicidad de todos nosotros.
Dios no acepta que unos se aprovechen de los otros
Por eso Dios no acepta:
• que unos se aprovechen de los otros;
• que muchos trabajen y unos pocos vivan a costa del trabajo ajeno.
Dios no acepta:
• que haya ricos y pobres, opresores y oprimidos;
• que el hombre domine a la mujer;
• que los blancos desprecien a los indios y a los negros.
Dios no acepta:
• que un pueblo explote a otro pueblo.
El pecado destruye el proyecto de Dios y llena al mundo de desigualdades e injusticias
Pero, infelizmente, nosotros vivimos en un mundo lleno de desigualdades e injusticias. Esto sucede porque no hacemos lo que quiere nuestro Padre, y no vivimos como hermanos.
Desde el principio Adán y Eva no reconocieron a Dios como Padre y quisieron ocupar el lugar de Dios (Gn 3, 1-5). Las consecuencias fueron:
• Caín mató a su hermano Abel (Gn 3, 1-56)
• A causa de la inmoralidad vino el diluvio (Gn 4, 1-7)
• Por la ambición, los hombres se dividieron (Gn 11, 1-9)
Desde el principio el pecado viene destruyendo el Proyecto de Dios. Pero Dios nunca renunció a su proyecto.
Dios sigue queriendo la igualdad y la felicidad para todos sus hijos.
Recordamos:
• DIOS QUIERE LA FRATERNIDAD Y LA FELICIDAD DE TODOS
• DIOS NO ACEPTA QUE UNOS SE APROVECHEN DE LOS OTROS
• EL PECADO DESTRUYE EL PROYECTO DE DIOS Y LLENA AL MUNDO DE DESIGUALDADES E INJUSTICIAS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Hay en tu comunidad personas o costumbres que oprimen al pueblo?
• ¿Qué estamos haciendo para vencer esas dificultades?
• ¿Qué hemos de hacer para vivir la justicia y la fraternidad, que es “Proyecto de Dios”?
Rezamos:
Con la ayuda de Dios,
haremos grandes cosas;
El vencerá
a nuestros enemigos. (Sal 108, 13).
4
Creemos que Dios acompaña siempre a su pueblo
Dios promete enviar a un Liberador
Dios nunca renunció a su proyecto:
Que todos vivan en igualdad y felicidad.
Por eso Dios inmediatamente prometió un Salvador para que repare lo que el pecado había destruido y Dios siempre mantuvo su promesa.
Dios, como Padre, nunca deja de cuidar de sus hijos, aunque estos se olvidan de El y se pelean entre ellos.
Dios está presente en la vida de todos
Dios está siempre al lado de la gente.
El acompaña la marcha de todos los pueblos, también la de aquellos que no son cristianos.
Esta presencia de Dios se manifiesta de muchas maneras:
• en la sinceridad del corazón;
• en el amor y la amistad entre las personas;
• en los acontecimientos de cada día;
• en las luchas de los pueblos para alcanzar su liberación.
La Biblia cuenta la presencia de Dios en la historia del pueblo de Israel
Dios estuvo presente, de un modo especial, en la marcha del pueblo de Israel.
Escogió a Abraham para ser el padre de este pueblo (Gn 12, 1-3). Con este pueblo hizo una Alianza, que es un pacto de amistad y fidelidad.
“Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios” (Jr 31, 1).
Ayudado por personas, amigas de Dios y del pueblo, como Moisés, David y los profetas, el pueblo de Israel descubrió, en los momentos más difíciles de su historia, que Dios estaba a su lado:
• en la liberación de la esclavitud de Egipto. De este hecho histórico nació la Pascua de los Judíos;
• en la dura marcha por el desierto;
• en la conquista de la tierra prometida;
• y en otros momentos: de persecución, de destierro y de sufrimiento.
En la Biblia se cuenta esta presencia especial de Dios en la vida de su Pueblo.
El Salvador prometido es Jesús
Del pueblo de Israel, nace Jesús, el Salvador prometido, el “Dios en medio de nosotros”.
5
Creemos que Jesús es el Hijo de Dios
Jesús es el Hijo de Dios enviado por el Padre para salvar al mundo
Cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán, se escuchó una voz del cielo que decía: “Este es mi hijo amado, al que miro con cariño” (Mt 3, 17).
Jesús es la Palabra de Dios. Todas las cosas fueron hechas por El (Jn 1, 3).
Jesús es el Hijo de Dios vivo, enviado por el Padre para salvar y liberar a todos los hombres de todos los pecados, de todas las esclavitudes y de la muerte.
Jesús es Dios en medio de nosotros
Enviando a su Hijo, Dios cumple su promesa, Jesús es la prueba del amor que Dios nos tiene:
“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su propio Hijo” (Jn 3, 16).
Jesús es el espejo y la presencia de Dios entre nosotros: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre.” (Jn 14, 9).
Recordamos:
• JESÚS ES EL HIJO DE DIOS ENVIADO POR EL PADRE PARA SALVAR AL MUNDO
• JESÚS ES DIOS EN MEDIO DE NOSOTROS
Reflexionamos en comunidad:
• En nuestra comunidad, ¿de qué pecados, esclavitudes, muertes... necesitamos ser salvados?
• ¿De qué manera piensas que Jesús nos va a salvar de estas esclavitudes?
• ¿Cuál es nuestro aporte y compromiso en este proceso de salvación?
Rezamos:
Tanto amó Dios al mundo
que le dio su Hijo Único,
par que todo el que crea en él,
no se pierda,
sino que tenga vida eterna (Jn 3, 16).
6
Creemos que Jesús es el Hijo de María
Jesús es el Hijo de María
Jesús, Hijo de Dios, es también el Hijo de una mujer del pueblo, María de Nazaret. María fue escogida por Dios para ser la Madre del Salvador. Ella cumplió con dignidad y coraje su misión.
Jesús nació pobre y siempre vivió en medio de los pobres
Jesús nació en Belén, en un corral, porque sus padres eran pobres.
Unos pastores pobres fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Salvador (Lc 2, 8-12).
Jesús siempre vivió pobre, en medio de los pobres, en un pueblo sometido por el imperio Romano.
Jesús es un hombre igual a nosotros
Jesús se crió en Nazaret. Ahí aprendió a trabajar con José, su padre.
Jesús crecía en sabiduría, bondad y participaba de la vida de su pueblo (Lc 2, 41-52).
Jesús era un hombre en todo igual a nosotros, menos en el pecado (Heb 4, 15).
Jesús tenía un gran corazón y pasó haciendo el bien
Jesús tenía un gran corazón:
• admiraba la naturaleza;
• le agradaban los niños;
• se compadecía de los enfermos y de los pecadores;
• defendía a los débiles y marginados.
Pasó por la vida haciendo el bien a todos (Hech 10, 38).
Jesús dijo siempre la verdad
Jesús habló siempre, y sin miedo, diciendo la verdad:
“Lo que más había impresionado a la gente era que les enseñaba con autoridad” (Mt 7, 28).
“Nunca un hombre ha hablado como este hombre” (Jn 7, 46).
Jesús explicaba las cosas de Dios con sencillez, usando ejemplos y parábolas.
Su vida y su palabra son luz para todos:
“Yo soy la Luz del mundo” (Jn 8, 12).
Recordamos:
• JESÚS ES EL HIJO DE MARIA
• JESÚS NACIÓ POBRE Y SIEMPRE VIVIÓ EN MEDIO DE LOS POBRES
• JESÚS ES UN HOMBRE IGUAL A NOSOTROS
• JESÚS TENIA UN GRAN CORAZÓN Y PASO HACIENDO EL BIEN
• JESÚS DIJO SIEMPRE LA VERDAD
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Hay pobres en tu comunidad? ¿Cuáles son las causas para que hayan tales pobres?
• ¿Cómo es tratada la mujer en tu comunidad?
• El que Jesús haya nacido pobre, ¿es una buena o mala noticia? ¿Por qué?
• ¿Qué aprendemos de la vida de Jesús para trabajar por nuestra comunidad?
Rezamos:
“Alaba mi alma al Señor,
porque derribó
a los potentados
de sus tronos
y elevó a los humildes.
A los hambrientos
colmó de bienes,
y a los ricos
los despidió sin nada” (Lc 1, 52-53).
7
Creemos que la misión de Jesús es hacer presente el Reino de Dios
Dios envió a su Hijo Jesús para que anunciase la buena Noticia a los pobres
Un día, Jesús, en la sinagoga, la casa de oración de los judíos, tomó la Biblia y leyó lo siguiente:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me consagró.
Me envió a traer la Buena Noticia a los pobres, a anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver.
A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor” (Lc 4, 18-19).
Con estas palabras de Jesús da a conocer cuál es su misión.
El vino a hacer realidad el proyecto del Padre: El Reino de Dios.
“Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió” dice El (Jn 4, 34).
Jesús tiene la misión de anunciar el Reino de Dios
Para dar cumplimiento a esta misión, Jesús recorrió todo el territorio de Palestina predicando la buena noticia y realizando milagros como señal de que el Reino de Dios había llegado.
A causa de esta misión, Jesús tuvo que sufrir mucho
Esta misión le ocasionó sufrimiento, contrariedades y persecuciones.
Tuvo que enfrentarse con los poderosos que oprimían al pueblo:
Los sacerdotes del templo, los fariseos, el rey Herodes y el gobernador romano Pilato.
Hasta sus mismos familiares y discípulos, muchas veces no le comprendieron.
Para realizar su misión, Jesús escogió colaboradores: Los Apóstoles
Para que le ayudasen en su misión, Jesús escogió, de entre los que le seguían, a los doce Apóstoles. Su misión sería la de continuar el anuncio del Evangelio y hacer crecer el Reino de Dios.
El amor es el mandamiento más importante del Reino de Dios
Toda la misión de Jesús se resume en este mandamiento nuevo:
“Ustedes han de amarse unos a otros como yo les he amado. Así reconocerán todos que ustedes son mis discípulos” (Jn 13, 35).
En el amor a Dios y al prójimo está contenida toda la Ley.
Recordamos:
• DIOS ENVIÓ A SU HIJO JESÚS PARA QUE ANUNCIASE LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES
• JESÚS TIENE POR MISIÓN EL REINO DE DIOS
• A CAUSA DE ESTA MISIÓN, JESÚS TUVO QUE SUFRIR MUCHO
• EL AMOR ES EL MANDAMIENTO MÁS IMPORTANTE DEL REINO DE DIOS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Quiénes son los “cojos”, “lisiados”, “ciegos”, oprimidos y despreciados de tu comunidad?
• ¿Crees que el Reino de Dios anunciado por Jesús es Buena Noticia para ellos? ¿Por qué?
• ¿Qué gestos concretos de amor tenemos que hacer para que esta Buena Noticia sea eficaz?
Rezamos:
Unidos a Jesús, rezamos:
“Me envió a traer
la Buena Nueva a los pobres,
a anunciar a los cautivos
su liberación y a los ciegos que pronto van a ver.
A despedir libres a los oprimidos y a proclamar
el Año de la Gracia del Señor” (Lc 4, 18-19).
8
Creemos en Jesús que ha vencido a la muerte
Jesús fue fiel a su misión hasta la muerte
Jesús fue fiel a su misión hasta el final. Nunca se apartó de su misión.
El dio a conocer al verdadero Dios y anunció la llegada del Reino:
• condenó a los que se servían de la religión para provecho propio;
• hizo ver que Dios no era propiedad de ningún país;
• no se acobardó ante los poderosos.
Jesús fue acusado de revolucionario, torturado y condenado a morir en la cruz
Por todo lo anterior, fue acusado de agitador y subversivo (Lc 23, 5).
Fue traicionado, apresado, torturado y condenado a morir en la cruz.
En esos momentos hasta sus amigos lo abandonaron. Daba la impresión de que su misión había fracasado.
Sin embargo, El había dicho:
“Si el grano de trigo no muere en la tierra, no dará fruto” (Jn 12, 24).
Con su muerte, Jesús nos consigue la verdadera vida
Jesús nos trae la verdadera vida.
Murió para salvarnos.
El cargó sobre sí con nuestros pecados (Is 53, 4).
Y el Padre, en quien Jesús siempre confió, “le resucitó y lo liberó de los lazos de la muerte” (Hech 2, 24) e “hizo de Él el Señor del mundo” (Flp 2, 10).
La Muerte y la Resurrección de Jesús son la Nueva Pascua
Por la resurrección, Dios aprobó todo lo que Jesús hizo y dijo. La última palabra de Dios es palabra de vida y no de muerte.
Jesús resucitado y victorioso es la garantía de que el Reino de Dios se va a realizar.
Jesús resucitado está siempre con nosotros
Jesús resucitado confirma y anima todas las esperanzas humanas. El está a nuestro lado en la construcción de un mundo nuevo.
“Yo estaré siempre con ustedes” (Mt 28, 20).
Recordamos:
• JESÚS FUE FIEL A SU MISIÓN HASTA LA MUERTE
• JESÚS FUE ACUSADO DE REVOLUCIONARIO, TORTURADO Y CONDENADO A MORIR EN LA CRUZ
• CON SU MUERTE, JESÚS NOS CONSIGUE LA VERDADERA VIDA
• LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS SON LA NUEVA PASCUA
• JESÚS RESUCITADO ESTA SIEMPRE CON NOSOTROS
Jesús resucitado confirma y anima todas las esperanzas humanas. El está a nuestro lado en la construcción de un mundo nuevo.
“Yo estaré siempre con ustedes” (Mt 28, 20).
Recordamos:
• JESÚS FUE FIEL A SU MISIÓN HASTA LA MUERTE
• JESÚS FUE ACUSADO DE REVOLUCIONARIO, TORTURADO Y CONDENADO A MORIR EN LA CRUZ
• CON SU MUERTE, JESÚS NOS CONSIGUE LA VERDADERA VIDA
• LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS SON LA NUEVA PASCUA
• JESÚS RESUCITADO ESTA SIEMPRE CON NOSOTROS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué señales de muerte hay en tu comunidad? (Ej: aborto, desnutrición, enfermedades, calumnias, precios bajos a tus productos...).
• ¿Quiénes están causando estos hechos de muerte?
• ¿Quiénes dieron muerte a Jesús? ¿Por qué?
• Jesús venció a la muerte con su Resurrección, y nosotros, ¿qué señales de vida y de resurrección estamos produciendo en la comunidad?
Rezamos:
Tú, Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo!
Tú eres mi protector, mi lugar de refugio,
mi LIBERTADOR, mi DIOS,
la roca que me protege,
el PODER QUE ME SALVA
(Sal 18, 1-2).
9
Creemos en el Espíritu Santo la fuerza de Dios en nosotros
Jesús envía al Espíritu Santo
Jesús, después de la resurrección, volvió a la gloria del Padre.
Como había prometido, envió al Espíritu Santo sobre sus discípulos.
En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo vino sobre sus discípulos en forma de llamas de fuego (Hech 2, 1-16).
Así como el fuego quema e ilumina, el Espíritu Santo quema el pecado y la injusticia ilumina el camino del pueblo.
El Espíritu Santo es la señal de que pertenecemos a Dios
“El Espíritu Santo es la señal viva de que pertenecemos a Dios” (Ef 1, 13-14).
El Espíritu Santo transforma a las personas y las anima en su trabajo por el Reino de Dios.
El Espíritu Santo nos enseña a tratar a Dios como Padre y a no vivir más como esclavos (Gal 4, 6-7).
El Espíritu Santo es la fuerza de Dios en nosotros
El Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad que siempre está con nosotros:
• El es nuestro abogado,
• el consolador de los afligidos,
• el defensor de los débiles.
El Espíritu de Jesús resucitado es la fuerza de los que luchan por la continuación del Reino de Dios.
El Espíritu Santo nos anima a trabajar por el Reino
Fue así con los apóstoles:
Antes de la llegada del Espíritu Santo, ellos estaban acobardados y con miedo.
Después de recibir el Espíritu Santo, se llenaron de fe y valor y se fueron por el mundo predicando el evangelio de Jesús.
Recordamos:
• JESÚS ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO
• EL ESPÍRITU SANTO ES LA SEÑAL DE QUE PERTENECEMOS A DIOS
• EL ESPÍRITU SANTO ES LA FUERZA DE DIOS EN NOSOTROS
• EL ESPÍRITU SANTO NOS ANIMA A TRABAJAR POR EL REINO
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Cuáles son los momentos de mayor alegría, unión, fraternidad, vida, colaboración... que se viven en tu comunidad?
• ¿Crees que en todos estos momentos está presente el Espíritu Santo? ¿Cómo?
• ¿Qué hemos de hacer para que hayan más señales de la presencia de este Espíritu en nuestra comunidad?
Rezamos:
Padre de bondad,
derrama tu Espíritu
sobre nuestra comunidad
y sobre todos los pueblos
para que en todas partes
broten y crezcan comunidades
que sirvan
y vivan como tu Hijo Jesucristo.
Amén.
10
Creemos que la Iglesia es la continuadora de la misión de Jesús
Aquellos que creyeron en el mensaje predicado por los Apóstoles comenzaron a formar comunidades
Jesús envió a sus apóstoles: “Como el Padre me envió a mí, yo también les envío a ustedes” (Jn 20, 21).
Aquellos que creían en la predicación de los apóstoles eran bautizados e iban formando comunidades.
De esta forma nació la Iglesia de Jesús.
Iglesia quiere decir reunión, comunidad de cristianos que se reúnen.
Las primeras comunidades vivían unidas en la alegría, la oración y la igualdad
Así vivían los primeros cristianos:
“Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían.
Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba. Acudían diariamente al Templo con mucho entusiasmo y con un mismo espíritu y “compartían el pan” en sus casas, comiendo con alegría y sencillez. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo” (Hech 2, 44-46), (Hech 4, 32).
La misión de la Iglesia es la misma que la de Jesús
Sólo una comunidad que vive de esta manera, es verdadero testigo de Jesús resucitado y liberador.
Trabajar para que todos vivan como hermanos en la igualdad, la alegría y en la esperanza es la principal misión de la iglesia en el mundo.
La Iglesia debe ser la presencia de Jesús en el mundo
La comunidad cristiana debe ser una clara señal de la presencia de Dios en el mundo.
Como Jesús es la manifestación del Padre, la Iglesia debe ser la manifestación de Jesús.
Recordamos:
• AQUELLO QUE CREYERON EN EL MENSAJE PREDICADO POR LOS APÓSTOLES COMENZARON A FORMAR COMUNIDADES
• LAS PRIMERAS COMUNIDADES VIVIAN UNIDAS EN LA ALEGRÍA, LA ORACIÓN Y LA IGUALDAD
• LA MISIÓN DE LA IGLESIA ES LA MISMA QUE LA DE JESÚS
• LA IGLESIA DEBE SER LA PRESENCIA DE JESÚS EN EL MUNDO
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Cómo vivimos, actuamos, damos testimonio... los cristianos católicos de nuestra comunidad?
• ¿Crees que la Iglesia a la cual perteneces es fiel a la misión que Jesús le ha encomendado? ¿En qué medida?
• ¿Te sientes parte de una Iglesia comprometida con la Misión de Jesús en el mundo, en la historia de tu pueblo?
Rezamos:
Te damos gracias, Padre,
por las primeras comunidades
cristianas que
“tenían un sólo corazón
y una alma.
nadie consideraba
como suyo lo que poseía,
sino que todo lo tenían en común”.
Te pedimos que también a nosotros
nos ayudes a cumplirlo.
Amén.
11
Creemos que todos los cristianos formamos la Iglesia de Jesús
Los cristianos que estamos en la tierra y los santos del cielo formamos la Iglesia de Jesús
La Iglesia de Jesús está formada por los cristianos que todavía caminamos por esta tierra y por los que ya viven en la gloria del Padre.
Algunos de estos cristianos que ya están en la gloria del Padre, son particularmente queridos por el pueblo sencillo: San Pedro, Santiago, San Martín y Santa Rosa de Lima, San Antonio de Padua, San Isidro, Santa Rita, San Francisco, etc...
La Iglesia de Jesús es una sola, pero se ha dividido
La Iglesia de Jesús es una sola, pero aquí en la tierra está dividida en muchas Iglesias: católicos, ortodoxos, protestantes, anglicanos y otros creyentes. Es lo mismo que si el cuerpo de Jesús estuviese dividido en partes.
Sin embargo, Jesús quiere que haya “un solo rebaño con un solo pastor” (Jn 10, 16) y “que todos sean uno” (Jn 17, 21).
En la Iglesia hay diferentes servicios
Así como cualquier grupo social necesita tener una organización, también la Iglesia tiene su organización, con diferentes servicios:
• Al principio eran Pedro y los apóstoles y otros, los servidores de la comunidad.
• Hoy, en la Iglesia Católica, es el Papa, los obispos, los sacerdotes, los animadores de la comunidad, los catequistas, los que cuidan de los enfermos y todos los que trabajan por el Reino de Dios.
La autoridad en la Iglesia está sólo para servir al pueblo de Dios; igual como lo hizo y enseñó Jesús. No está para dominar a los demás y para aprovecharse del cargo: “Que el más grande de ustedes se haga servidor de los demás” (Mt 23, 11).
La Iglesia la formamos todos nosotros
La Iglesia está formada por todos los seguidores de Jesús.
Iglesia somos todos nosotros.
Cada uno es una parte del esta Iglesia, como cada miembro es una parte del cuerpo (1 Cor 12).
Recordamos:
• LOS CRISTIANOS QUE ESTAMOS EN LA TIERRA Y LOS SANTOS DEL CIELO FORMAMOS LA IGLESIA DE JESÚS
• LA IGLESIA DE JESÚS ES UNA SOLA, PERO SE HA DIVIDIDO
• EN LA IGLESIA HAY DIFERENTES SERVICIOS
• LA IGLESIA LA FORMAMOS TODOS NOSOTROS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Crees que todos los bautizados de tu comunidad se sienten y actúan como Iglesia?
• En tu comunidad ves que hay bastantes sectas protestantes, ¿por qué habrá estas divisiones entre los seguidores de Jesús?
• Decimos que la Iglesia no es el templo, sino la comunidad de los que siguen a Jesús, ¿a qué nos compromete eso?
Rezamos:
Señor Jesús,
que se cumpla tu Palabra:
“Que todos sean uno como Tú, Padre,
estás en mi y yo en ti.
Sean también uno en nosotros:
así el mundo creerá que tú me has enviado”.
(Jn 17, 21).
12
Creemos que Jesús es fuente de agua viva
Jesús es la fuente de la vida
“Si alguien tiene sed, venga a mí y beba” (Jn 7, 37).
Jesús es la fuente de agua viva.
Esta agua viva llega a nosotros por muchos canales.
Los sacramentos son los siete canales por los cuales la vida de Dios llega a nosotros
La Iglesia católica reconoce, como propios para la vida cristiana de las comunidades, “siete canales”.
Estos siete canales son los siete Sacramentos. Los Sacramentos alimentan la vida de la comunidad. Por lo cual, sólo tiene sentido recibir los Sacramentos cuando se vive dentro y se participa de la comunidad.
Cada Sacramento tiene sus propios signos
Cada Sacramento tiene palabras y gestos apropiados.
En algunos sacramentos se usan cosas muy comunes de la vida, como agua, aceite, pan y vino.
Estas palabras, gestos y cosas utilizadas, son signos por los cuales toda comunidad puede entender lo que pasa en la vida de quien recibe los Sacramentos.
Los sacramentos son: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia o Reconciliación, Unción de los enfermos, Matrimonio y Orden sacerdotal.
BAUTISMO
El Bautismo es el gran signo del cristiano. En el Bautismo adquirimos el compromiso de seguir a Jesús. Por el Bautismo nacemos para la vida de Dios, en la Iglesia.
CONFIRMACIÓN
En la Confirmación se nos da, de forma especial, el Espíritu Santo, para que seamos más valientes al dar testimonio de Jesús y al trabajar en la construcción del Reino de Dios.
EUCARISTÍA
La Eucaristía es la celebración, en comunidad, de la Pascua de Jesús, de su muerte y resurrección.
La Eucaristía es la Misa. En la Misa la comunidad escucha la Palabra de Dios y se alimenta del cuerpo de Cristo.
La Eucaristía es señal de nuestra unión y el alimento para nuestra vida cristiana.
PENITENCIA O RECONCILIACIÓN
La Penitencia o Reconciliación es el Sacramento del perdón.
Por la Penitencia, en la comunidad, nos reconciliamos con Dios y con nuestros hermanos.
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Este Sacramento es la bendición de Dios en los momentos de la enfermedad.
Por este Sacramento el Espíritu Santo conforta y anima al enfermo haciendo del sufrimiento una semilla de salvación.
MATRIMONIO
Por el Sacramento del Matrimonio, Jesús bendice el amor del hombre y de la mujer y la vida de la familia, en la comunidad de la Iglesia.
ORDEN SACERDOTAL
Es el Sacramento que los sacerdotes y obispos reciben para servir, de modo especial, a la comunidad:
• en la celebración de la Eucaristía;
• en el anuncio de la Palabra de Dios;
• en la Reconciliación y animación de la comunidad.
Como Jesús, debemos ser fuente de agua viva para los otros
Por estos siete canales los cristianos recibimos la vida de Dios para transmitirla al mundo.
Como Jesús debemos ser fuente de agua viva.
“Quien crea en mí, que beba. Como dice la Escritura; de su interior brotaron ríos de agua viva” (Jn 7, 38).
Recordamos:
• JESÚS ES LA FUENTE DE AGUA VIVA
• LOS SACRAMENTOS SON LOS SIETE CANALES POR LOS CUALES LA VIDA DE DIOS LLEGA A NOSOTROS
• LOS SACRAMENTOS TIENEN SUS PROPIOS SIGNOS
• ESTOS SIETE SACRAMENTOS SE LLAMAN:
BAUTISMO
CONFIRMACIÓN
EUCARISTÍA
PENITENCIA O RECONCILIACIÓN
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
MATRIMONIO
ORDEN SACERDOTAL
• COMO JESÚS, DEBEMOS SER FUENTE DE AGUA VIVA PARA LOS OTROS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué costumbres hay para el bautismo, el matrimonio y la Misa en tu comunidad?
• Los sacramentos, ¿ayudan a crecer a la comunidad? ¿Cómo?
• ¿A qué nos compromete cada uno de los Sacramentos?
(¿Sólo a rezar, comulgar con frecuencia, o también a organizarnos mejor, ser más unidos, promover el bien de todos en la comunidad...?)
Rezamos:
Gracias, Señor;
por hacernos hijos tuyos
en el Bautismo
por llamarnos a ser tus testigos
en la Confirmación,
por alimentarnos
y hacernos hermanos
en la Eucaristía,
por perdonarnos y reconciliarnos
en la Penitencia,
por solidarizarte
y asumir nuestro sufrimiento
en la Unción de los Enfermos,
por asumir y bendecir
el amor humano
en el Matrimonio
por escoger de entre nosotros a algunos servidores
tuyos en el Orden Sagrado.
Amén.
13
Creemos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna
Yo soy la Resurrección y la Vida
Dice Jesús:
“Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá, y el que haya creído en mí, no morirá para siempre” (Jn 11, 25).
Como Jesús, también nosotros venceremos a la muerte
Como Jesús, también nosotros venceremos a la muerte.
Para nosotros, cristianos, la vida aquí en la tierra, es una misión, una lucha y un estar de paso.
La muerte es la puerta para una vida totalmente feliz en Dios “donde no habrá más muerte, ni lágrimas, ni dolor” (Ap 21, 4).
Dios nos va a juzgar por el amor a nuestros hermanos
Para alcanzar esta vida feliz necesitamos reconocer y testimoniar cada día que Dios es nuestro Padre y que nosotros somos hermanos.
Sólo cuando cumplamos estos mandamientos seremos acogidos por Jesús en el juicio final. “¡Bendecidos por mi Padre!, vengan a tomar posesión del Reino que está preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me alimentaron, tuve sed y ustedes me dieron de beber. Pasé como forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver” (Mt 25, 34-36).
Ven, Señor Jesús
Mientras mantenemos esta esperanza, decimos con todos los que luchan por el Reino de Dios: “¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22, 20).
Recordamos:
• JESÚS DIJO: “YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA”.
• COMO JESÚS, NOSOTROS TAMBIÉN VENCEREMOS A LA MUERTE
• DIOS NOS VA A JUZGAR POR EL AMOR A NUESTROS HERMANOS
• VEN, SEÑOR JESÚS
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué creencias y costumbres hay en tu comunidad sobre los difuntos, almas, Todos santos, Misa-Chico?
• ¿Crees en la resurrección y en la vida eterna? ¿Qué piensas de las almas de tus seres queridos que ya han muerto?
• ¿Qué piensa la gente: a dónde van las almas después de la muerte?
• ¿De qué manera podemos empezar a vivir el “cielo” aquí en la tierra?
Rezamos:
Creemos en Dios que es Padre,
hijo y Espíritu Santo.
Creemos en Dios Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creemos que Dios quiere la igualdad
y la felicidad de todos.
Creemos que Dios acompaña siempre
a su pueblo.
Creemos que Jesús es el Hijo de Dios.
Creemos que Jesús es el Hijo de María.
Creemos que la misión de Jesús
es hacer presente el Reino de Dios en el mundo.
Creemos en Jesús,
que ha vencido a la muerte.
Creemos en el Espíritu Santo,
la fuerza de Dios en nosotros.
Creemos que todos los cristianos
formamos la Iglesia de Jesús.
Creemos que la Iglesia es la continuadora
de la Misión de Jesús.
Creemos que Jesús es fuente de Agua Viva.
Creemos en la resurrección de los muertos
y en la vida eterna.
SEGUNDA PARTE
Nuestra Ley
14
Los Mandamientos de la Ley de Dios
La “herramienta” guía de la Comunidad Cristiana es la Ley de Dios. Esta Ley está en la Biblia. Se llama la “Ley de los Diez Mandamientos” (Ex 20, 1-17). Dios la entregó a Moisés, después que liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Esto fue alrededor del año 1250 antes del nacimiento de Jesucristo.
Antes de leer “los Mandamientos” en la Biblia, hemos de tener presente una cosa muy importante. El día que Moisés proclamó la Ley de los Diez Mandamientos para la primera comunidad del Pueblo de Dios, él reunió a todos al pie del Monte Sinaí. Pero al entregar esta ley, Dios hizo conocer el motivo y la autoridad de la nueva ley, y anunció solemnemente el título de los Diez Mandamientos:
“Yo soy Yahvé tu Dios,
el que te sacó de Egipto,
país de la esclavitud” (Ex 20, 2).
Dios es el único que tiene autoridad para decretar esta Ley. El que es el Creador, viendo a su pueblo oprimido, resolvió liberarlo. La liberación es la continuación de la obra de la Creación. y por eso, para que su pueblo no vuelva a caer en la esclavitud y para que cada persona que pertenece a ese pueblo tenga una guía segura en el cumplimiento de la Voluntad de Dios, El le entregó los Diez Mandamientos.
Jesús no anuló esta Ley. El vino a completarla (Mt 5, 17). Ella vale hasta el día de hoy para todos aquellos que creen en Dios. Ella nos ayuda a conocer y a realizar la Voluntad de Dios, a establecer el reino de Dios entre nosotros.
Por eso el Pueblo de Israel, ayer, y el Pueblo de los seguidores de Jesús, hoy, guardan una memoria viva de esos Mandamientos, como leemos en el Deuteronomio;
“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor.
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñalas continuamente a tus hijos. Lleva estos mandamientos siempre en tu vida y cúmplelos” (Dt 6, 4-6).
Así pues, tengamos presente que los Mandamientos de Dios, nos liberan de toda esclavitud y nos ayudan a organizar una nueva sociedad de hermanos, de hombres libres, que viven según la justicia de Dios.
Los Mandamientos de Dios son diez:
1) Amar a Dios sobre todas las cosas
2) No tomar el nombre de Dios en vano
3) Guardar los domingos y días de fiesta
4) Honrar al padre y a la madre
5) No matar
6) No cometer inmoralidades sexuales
7) No robar
8) No mentir, ni calumniar a los demás.
9) No desear la mujer del prójimo
10) No desear las cosas del prójimo
Las Bienaventuranzas de Jesús
“Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielo.
Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
Felices los paciente, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de la Justicia, porque serán saciados.
Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Dichosos ustedes cuando por causa mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. De esa misma manera trataron a los profetas que hubo antes que ustedes”. (Mt 5, 3-12).
Las Maldiciones de Jesús
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!
¡Ay de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados! (Lc 6, 20-26).
Recordamos:
• EL SEÑOR DIJO; “YO SOY YAHVE TU DIOS, EL QUE TE SACO DE EGIPTO, PAÍS DE LA ESCLAVITUD. POR ESO TE DOY ESTOS MANDAMIENTOS” (Ex 20,2).
• LOS MANDAMIENTOS SON UN CAMINO QUE DIOS NOS DA PARA QUE NO VOLVAMOS NUNCA A CAER EN UNA SOCIEDAD OPRESORA. ELLOS NOS AYUDAN A CONSTRUIR UNA SOCIEDAD DE HERMANOS, DONDE REINE LA JUSTICIA Y EL AMOR.
• LA LEY DEL SEÑOR ES UNA AYUDA QUE EL NOS DA PARA VIVIR Y REALIZAR SU PROYECTO DE MODO PERSONAL Y COMUNITARIO.
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué normas, leyes, obligaciones, costumbres hay en tu comunidad y que todos deben respetar y cumplir, si no quieren ser castigados?
• Esas normas, leyes... ¿esclavizan o ayudan a creer a la comunidad?
• ¿Crees que los Diez Mandamientos son una ayuda para una vida correcta de la persona y para construir una sociedad nueva? ¿Cómo? (Lee Ex 20, 1-17).
Rezamos:
Felices los que sin mancha
caminan en la Ley del Señor.
Felices los que guardan sus mandamientos
y buscan a Dios con todo el corazón.
Tú reprendes a los soberbios y
maldices a los que se apartan
de tus leyes (Sal 118, 1.2.21).
TERCERA PARTE
Nuestra oración
Jesús nos enseñó a rezar, sobre todo con su ejemplo. El nos pidió que nunca dejásemos de rezar (Lc 18, 1).
Pero también nos alertó para que nuestra oración no fuese igual a la oración de los fariseos. Ellos alababan mucho a Dios con la boca, pero su vida estaba muy lejos de Dios y de los hermanos.
Rezar:
• es vivir atentos a Dios,
• es comprometerse en hacer su voluntad.
Rezar es alabar a Dios, es agradecer a Dios, es pedir por nosotros y por nuestros hermanos todo aquello que Dios nos puede dar.
La Biblia tiene muchas oraciones. El libro de los Salmos es el libro de las oraciones del pueblo de Israel, y contiene la memoria del pueblo sobre la presencia activa y liberadora de Dios en su historia.
Los apóstoles le pidieron a Jesús que les enseñase a rezar. Y Jesús les enseñó el Padrenuestro, que es la forma más perfecta de oración.
En el Padrenuestro:
• recordamos al Padre
• y a los hermanos,
• pedimos el Reino de Dios
• pedimos el pan de cada día para todos
• y la fuerza de perdonar y de no hacer el mal.
Siguiendo a Jesús, la Iglesia siempre ha tenido sus propias oraciones. El momento más importante de la oración para la Iglesia es la celebración de la Misa. La Misa es la mejor oración que los cristianos hacen en compañía de Jesús.
Otras muchas oraciones son usadas por los cristianos. Estas oraciones las aprendemos desde niños, el Avemaría, la Señal de la cruz y otras.
Sin embargo, rezar no es repetir, como loros, unas oraciones que aprendimos de memoria.
Un hijo par hablar con su padre no necesita aprender de memoria lo que le va a decir.
El habla de aquello que siente en su corazón. Lo mismo tiene que ser nuestra oración. Rezar es hablar con el Padre. Cada persona, cada comunidad, debe expresar con libertad sus sentimientos hacia Dios.
En este NUESTRO CATECISMO, tenemos algunas de las oraciones más conocidas, y también el Credo, por el que proclamamos nuestra fe, los diez mandamientos, las bienaventuranzas...
15
Las oraciones del cristiano
La señal de la cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Credo
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna.
Amén.
Padrenuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Avemaría
Dios te salve María, llena eres de gracia: el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Yo confieso
Yo confieso ante Dios Todopoderosos y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: Por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos que intercedan por mi ante Dios nuestro Señor. Amén.
Rezo del Rosario (se sugiere estos pasos)
Por la señal de la Santa Cruz.
Credo.
Contemplación de cada misterio.
Después de la contemplación de cada misterio, se reza un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Misterios Gozosos: de las Alegrías de Nuestra Madre María
(Se rezan con preferencia los días Lunes y Jueves)
1. El anuncio del ángel Gabriel a nuestra Madre María.
En él contemplamos el “Sí” de María a la invitación de Dios para que sea la Madre de Jesús (Lc 1, 26-38).
2. María visita a su prima Isabel.
Nuestra Madre nos enseña a socorrer a aquel que lo necesita (Lc 1, 39-56).
3. El nacimiento de Jesús en Belén
El Hijo de Dios se hizo hombre, para salvar al mundo (Lc 2, 1-2).
4. La presentación de Jesús en el templo
Jesús y María cumplen con las obligaciones de la Ley (Lc 2, 22).
5. Jesús es encontrado en el templo entre los doctores.
Jesús nos enseña que, en primer lugar, debemos obedecer a Dios (Lc 2, 46ss).
Misterios Dolorosos: de los Sufrimientos de Jesús
(Se rezan con preferencia los días Martes y Viernes)
1. La agonía de Jesús en el huerto de los Olivos (Mc 14, 32-50).
Seamos solidarios con los que sufren y ofrezcamos nuestra ayuda.
2. Jesús es azotado en casa de Pilato (Mc 15, 1-15).
Defendamos a todos los que son maltratados por las autoridades y los poderosos.
3. Jesús es coronado con espinas (Mc 15, 16-20).
-trabajemos por la justicia y por la paz aún cuando esto nos traiga calumnias y persecuciones.
4. Jesús carga la cruz camino del Calvario (Mc 15, 20-27).
Ayudamos a los hermanos a destruir las cargas de la opresión y cargar la cruz de la liberación.
5. Jesús muere en la cruz (Mc 15, 29-39).
La mayor prueba de maor es dar la vida por el hermano.
Misterios Gloriosos: de la Gloria de Jesús y María
(Se rezan con preferencia los días Miércoles, Sábados y Domingo)
1. La resurrección de Jesús (Mc 16, 1-20).
La vida vence a la muerte. Jesús vive ahora en medio de nosotros y camina con el pueblo.
2. La gloriosa Ascensión de Jesús (Hech 1, 6-11).
Jesús nos confía la misión de que seamos testigos.
3. La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y María (Hec 2, 1-12).
El Espíritu Santo es la fuerza de Dios transmitida a los seguidores de Jesús.
4. La Asunción de María al cielo (Gal 4, 4-7).
Porque María acompañó a Jesús en el sufrimiento, lo acompaña también en la gloria.
5. La coronación de maría en el cielo (Ap 12, 1-10).
Quien permanece fiel al evangelio hasta el fin, recibirá la corona de la vida.
Letanías de Nuestra Señora
(todos repiten):
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Dios, Padre del cielo ten piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo ten piedad de nosotros
Santa María ruega por nosotros
Santa Madre de Dios ”
Madre de Jesucristo ”
Madre de la Iglesia ”
Madre del Buen Consejo ”
Sierva del Señor ”
Virgen fiel ”
Elegida del Señor ”
Llena de Gracia ”
Bendita entre las mujeres ”
Templo del señor ”
Honra de la humanidad ”
Señal de la eternidad ”
Madre purísima ”
Madre admirable ”
Madre del Creador ”
Madre del Salvador ”
Estrella de la mañana ”
Salud de los enfermos ”
Reina de los profetas ”
Reina de los apóstoles ”
Reina de los mártires ”
Reina de la esperanza ”
Reina de la paz ”
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Todos: Ten piedad de nosotros!
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Todos: Ten piedad de nosotros!
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Todos: ¡Danos la paz!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Todos: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Oración:
Señor, te suplicamos que concedas a tus hijos la salud del cuerpo y del alma y que, por la intercesión de la Virgen María, estemos libres de la tristeza presente y gocemos de la eterna alegría. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Recordamos:
• JESÚS NOS ENSEÑO A REZAR, SOBRE TODO CON SU EJEMPLO
• EN LA ORACIÓN NUESTRA VIDA SE HA DE ESTAR MUY CERCA DE DIOS Y DE LOS HERMANOS, SOBRE TODO DE LOS NECESITADOS
• REZAR ES VIVIR ATENTOS A DIOS Y A LA REALIDAD EN LA QUE VIVIMOS COMO PUEBLO
• REZAR ES ALABAR A DIOS Y PEDIR POR NOSOTROS Y POR NUESTROS HERMANOS: PARA QUE SE HAGA EN LA HISTORIA A SU REINO
Reflexionamos en comunidad:
• ¿Qué oraciones acostumbras rezar en tu familia, en tu comunidad y en qué momentos de la vida especialmente?
• ¿Qué es rezar para tí? ¿Cómo lo haces?
• ¿Por qué la gente pide y hasta paga para que otros recen por ellos y no hace su propia oración? (Responsos, bendiciones, santigüis, difuntos...)
• La oración, ¿es para que Dios resuelva y solucione nuestros problemas o para que tengamos fuerza de vivir mejor nuestro compromiso cristiano?
Rezamos:
Padre Nuestro,
que estás en los cielos...
DECÁLOGO DE LA PERSONA FELIZ
Apréndelo de memoria y vívelo en la vida
* Feliz aquel que ama a Dios y vive con fe, atento a lo que el Señor quiere.
• Quien cree, reza y dedica un tiempo para las celebraciones de la comunidad cristiana.
* Feliz aquel que reconoce a Dios como un Padre cariñoso con sus hijos.
• No hagas de Dios un “negociante”, para tenerlo en cuenta sólo a la hora de pedirle algún favor, a cambio de alguna promesa.
* Feliz aquel que descubrió que el verdadero Dios camina con el pueblo y quiere su liberación.
• No digas que Dios quiere la explotación del ser humano, la miseria, la injusticia, que haya ricos y pobres... toda la maldad es causada por el egoísmo de la persona humana.
* Feliz aquel que comprende que seguir a Jesús es vivir en comunidad, en unión con el Padre y con los hermanos.
• No se engañe: quien se aparta de la comunidad cristiana, por intereses personales, se aparta de Dios; quien persigue a la comunidad, persigue a Dios.
* Feliz aquel que respeta y trata a todos como iguales, como verdaderos hermanos.
• No es verdadero cristiano quien desprecia al indio, al obrero, al anciano, a la prostituta, al pobre.
* Feliz aquel que confía en sus compañeros: “el mundo será mejor cuando el pobre que sufre, confíe en el que es también pobre como él”.
• No crea en las promesas de los poderosos. No busque la protección de los grandes. No crea en la sociedad que justifica.
* Feliz aquel que piensa que la vida y el buen nombre de los compañeros valen más que todo el oro del mundo.
• No es cristiano quien es vengativo, quien no sabe perdonar, quien calumnia al otro, quien traiciona a los compañeros.
* Feliz aquel que sabe que su dignidad personal es sagrada.
• No venda su conciencia, su libertad, su voto, por dinero, por un puesto o por intereses personales.
* Feliz aquel que entiende que la verdadera religión es amar a Dios como Padre y al prójimo como hermano:
• Trabajando por el Reino de Dios
• estando siempre de parte de los más pobres
• nunca desanimándose, ni en los momentos más difíciles o de persecución.
• luchando por la liberación, a través de las organizaciones populares, de la comunidad cristiana, del sindicato, de la política que favorece al pueblo.