VII Jornadas Comités Óscar Romero

Migraciones y solidaridad

Murcia 3 a 7 de julio de 2002

 

Efectos de la globalización en Centroamérica

Mons. Alvaro Ramazzini1

 

Gracias Marta por su presentación. Para mí es también un gusto que estemos aquí juntos voces de America Latina y sobre todo hacernos solidarios con toda la situación que su país vive y que llega a nosotros a través de informaciones y de muchos compatriotas suyos que han tratado de venir a Guatemala y desgraciadamente la política migratoria de nuestro gobierno no ha sido tan coherente en el sentido de que nosotros sí encontramos refugio para guatemaltecos y guatemaltecas en Méjico cuando fue el tiempo del conflicto y en cambio ahora el gobierno guatemalteco no le ha dado acceso a tantos paisanos suyos que han querido venir a Guatemala.

Este año tuvimos un encuentro organizado por ACNUR y hubo una persona que representaba a Colombia y no solamente nos habló de toda la situación del conflicto colombiano, de toda la transcendencia que tiene para la región sino que nos dio este dato realmente dramático: de 10000 colombianos que habían pedido visa de entrada para Guatemala, solamente la habían recibido 4000 y de éstos sólo 4 personas hasta el mes de mayo habían tenido reconocido su estatus de refugiado. Esto solamente es una partecita, pero nos hacemos solidarios con el pueblo colombiano porque es un conflicto que dura muchos años. En Guatemala lo vivimos durante cuarenta años, tal vez no con la intensidad abierta que lo está viviendo Colombia, pero también con muchos muertos y desaparecidos y todavía no acabamos de salir de eso, por lo que compartimos con ustedes sus preocupaciones.

Me siento un poco como Daniel en la fosa de los leones, pero quisiera decir sin el ánimo de adularlos y sin el ánimo de captar su benevolencia antes de comenzar mi exposición, que da gusto ver gente comprometida, gente que es coherente con sus convicciones, gente que son como el Señor Jesús nos pide que seamos los cristianos, hombres y mujeres, en el evangelio: levadura en la masa, sal de la tierra. Para mí, como obispo, es muy reconfortante en cuanto que uno no se siente solo en llevar hacia delante esa utopía, ese ideal de lo que debe ser la vida cristiana.

No pretendo absolutamente, bajo ningún punto de vista, que ustedes esperen de mí una exposición magistral. Indudablemente, me he preparado para este momento pero voy a tratar de ir mezclando algunas afirmaciones de tipo académico, resultado de estadísticas y estudios -especialmente he tomado muy en cuenta los informes sobre el desarrollo humano que produce cada año el Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, el PNUD- y también compartiré un poco mi experiencia personal como obispo.

Hace algunos años, cuando el proceso de negociación estaba en curso para poder llegar a los acuerdos de paz en Guatemala, yo fui delegado por la Conferencia Episcopal para representar al sector religioso. Anteriormente, fue Monseñor Rodolfo Quesada Turuño, pero tomamos la decisión de que mejor saliera porque veíamos que todo el asunto se estaba manipulando y que algún sector del gobierno guatemalteco quería echarnos tierra en nuestros esfuerzos de llegar a negociaciones mucho más radicales y profundas.

Me recuerdo que en uno de estos encuentros, se llamaba Consulta Ecuménica por la Paz, que fue el único momento en que logramos establecer una relación de diálogo, de apoyo y de esfuerzos mutuos con un sector de los grupos evangélicos en Guatemala, porque en Guatemala existen dos grandes sectores que representan las denominaciones cristianas no católicas, un grupo más reducido, más pequeño que tiene una visión mucho más de compromiso social, de apoyo al desarrollo social, a la paz, la llamada Conferencia de Iglesias Evangélicas, y otro mayoritario que se llama Alianza Evangélica que son mucho más recalcitrantes y conservadores en sus posiciones.

Pues bien, me recuerdo que en esta consulta había alguien representante del Departamento de Estado de EEUU, porque había un grupo de países amigos que estaban empujando el proceso de paz, entre los cuales estaban EEUU, España, Noruega, etc., y hablando con este señor del modelo neoliberal, estoy hablando de hace seis años, el sostenía fuertemente que este modelo iba a dar la solución para los problemas de pobreza que había en el Continente y yo y otras personas que estábamos allí le decíamos: no, eso no es verdad, no es cierto. Y el decía: y por qué no es cierto. Yo no tengo argumentos de tipo económico, le dije, yo no soy economista, no soy sociólogo, el único argumento que yo le puedo dar es que en la zona donde yo vivo, que es en el Departamento de San Marcos dónde yo llevo siete años trabajando, la gente es cada vez más pobre, yo lo veo cada día cuando visito las Comunidades. El ya no contestó nada a esto porque indudablemente una cosa es la apreciación que se puede hacer desde el punto de vista académico y otra cosa es tocar uno la realidad.

Antes de ofrecerles algunos datos que el informe del PNUD ha publicado, quisiera aclarar lo siguiente: cuando nosotros hablamos de América Central, hablamos desde Guatemala hasta Panamá incluido, esto es importante porque ha sido una decisión de consenso que hemos tomado las Conferencias Episcopales de América Central. Mucho de lo que yo voy a decir va reflejar más los puntos de vista de Guatemala desde mi experiencia personal, pero mal que bien se podrá aplicar al resto de los países: Honduras, Nicaragua y El Salvador. Costa Rica y en segundo lugar Panamá son un poco la excepción. A Belice, ustedes se recuerdan que hubo una gran discusión sobre si Belice pertenecía a Guatemala o no, nosotros no lo consideramos como integrante de América Central por varias razones: en primer lugar por la lengua, ellos hablan inglés y una lengua propia, y en segundo lugar, históricamente nunca ha habido una relación directa.

Dicho esto yo quisiera en un primer momento repetir algunas afirmaciones que ustedes ya conocen sobre el tema de la globalización, para en un segundo momento entrar a ver cómo esto está repercutiendo concretamente en los países de América Central y hay dos aspectos muy importantes en los cuales este proceso de globalización está repercutiendo: el problema de la creciente pobreza y el problema de las migraciones.

Sobre el tema de la pobreza creciente yo me voy a reducir a dar algunos datos, algunas informaciones, a compartir mis experiencias personales en las visitas que hago en el interior de la diócesis y también a dar un vistazo a toda la situación de Guatemala y sobre el tema de las migraciones, indudablemente, voy a dar una presentación mucho más centroamericana, haciendo la aclaración de que el problema migratorio en este momento tiene como dos grandes caras: la migración hacia el Norte, que es la que utilizan la mayoría de centroamericanos (hondureños, salvadoreños y guatemaltecos) y gente de América del Sur (ecuatorianos, colombianos, dominicanos, haitianos y cubanos) y una concentración del problema migratorio muy fuerte desde Nicaragua a Costa Rica.

Luego voy a tratar de sacar algunas conclusiones de lo que esto debe significar para los cristianos de cualquier parte del mundo y de lo que debe significar para personas como ustedes y como yo que queremos comprometernos en encontrar soluciones que lleguen al núcleo del problema y que traten de veras de hacer converger esfuerzos para poder sentirnos que vamos caminando todos por el mismo camino.

Tradicionalmente ustedes saben que se ha hablado de que el mundo se haya dividido en dos grandes mitades: los países del Norte y los países del Sur. Y la razón de esta clasificación se hace en base al reparto de capacidad tecnológica, niveles económicos, de bienestar...Y de las estadísticas que manejamos nos damos cuenta que hay una gran desigualdad y que es una desigualdad más económica que geográfica.

Sin embargo, tengo que aclarar que no se pueden hacer afirmaciones así de una manera tan escueta y determinante porque ni siquiera hay homogeneidad dentro de un mismo país, es decir, no podemos decir que toda una población disfruta del bienestar o que en toda una población no existe pobreza. Probablemente ustedes, aquí en España, también verán sectores de población que son pobres. Por lo tanto, cuidado con afirmar esto es blanco o esto es negro, porque creo que ahora en el panorama mundial las cosas se van mezclando y se van haciendo mucho más superpuestas que en otras ocasiones.

Hay otros que dicen que el planeta en realidad habría que dividirlo en cuatro bloques y que el primero de estos grandes bloques es el que cuenta con 500 millones de habitantes, que posee una gran capacidad productiva y materias primas. Aquí estarían EEUU, Rusia y Australia, el Primer Mundo. El Segundo Mundo, con unos 700 millones de habitantes, también tiene una gran capacidad productiva pero escasez de materias primas. Aquí estarían los países de la Comunidad Europea, Japón y algunos países asiáticos. En tercer lugar, nos encontramos con el llamado Tercer Mundo, 400 millones de personas en su mayoría empobrecidas, rico en materias primas y escaso desarrollo tecnológico e industrial. Aquí situaríamos a América Central. Y por último, nos encontramos el Cuarto Mundo, con unos 500 millones de personas que no poseen industria ni materias primas y son verdaderamente los pobres entre los pobres. Aquí situaríamos muchos de los países africanos.

Leyendo el informe de Naciones Unidas hay dos países, Zambia y Namibia, que están en retroceso en lo que es el índice de desarrollo humano, es decir, son los dos únicos países del mundo que no han logrado avanzar en un proceso de crecimiento de desarrollo humano. El resto de los países, aunque sea mínimamente, ha tenido un crecimiento y esto es interesante porque entiendo, entre paréntesis, que en este informe hay una mentalidad más bien optimista que pesimista y eso es bueno, porque después de haber oído lo que oímos ayer en las magistrales exposiciones del señor Jarauta y del señor de Lucas , uno puede llegar a pensar que esta situación es imposible de cambiar y que en verdad es como en el texto del Antiguo Testamento de David luchando contra Goliat, solo que nosotros no tenemos ni siquiera las piedras, ni la honda para derribar a este gigante, pero en realidad no es así. Ha habido crecimiento. Mayor en algunos países, mínimo en otros, pero ha habido crecimiento y eso es una señal de que las cosas pueden ser cambiadas. Yo creo que si estamos aquí reunidos hoy es porque tenemos la esperanza de que esto va a ser así, si no, no tendría sentido estar aquí cuatro días para sumirnos más en la desesperación.

En realidad el problema no es solamente un problema de crecimiento económico, que sí se ha dado en algunos países, sino que el problema central es que hay una injusta distribución en este crecimiento económico, hay una injusta distribución de la riqueza, una injusta distribución de los beneficios, porque mientras el 22% de la población mundial tiene acceso al 84% de los bienes y recursos del planeta, el 78% de la población mundial solamente participa del producto mundial en un 16%.

Cuando yo veo por ejemplo la situación de los países centroamericanos y concretamente la situación de Guatemala hablando rápidamente del problema ``tierra'' por poner un caso, en Guatemala la distribución de la tierra es una de las distribuciones más injustas de toda América Central porque un 2% de la población, sobre 10 millones y medio de habitantes, algunos hablan de 11 millones, otros de 12 millones porque muchas veces los censos no responden a realidades objetivas sino a intereses políticos y hay que tener cuidado con estos datos estadísticos, hay que ver quien los hace, por qué y para qué y hay que ver también si las fuentes son fiables, un 2% de la población tiene en sus manos un 84% de la mejor tierra del país.

En San Marcos, donde yo vivo, tenemos una de las fincas productoras de café más grandes de América Central. Tiene hasta un teleférico que aproximadamente tarda en recorrer la finca una hora a velocidad razonable. Ustedes se pueden imaginar la extensión de territorio... Para la cosecha del café, desde el mes de agosto hasta el mes de septiembre, emplean de 5000 a 6000 personas de mano de obra. Se pueden imaginar la cantidad de quintales de café que salen de ahí y se pueden imaginar también la crisis que hay ahora que los precios del café se vinieron abajo.

Nunca se me olvida en una conferencia que escuché hace meses, una persona que decía que el gasto de energía en este momento en el mundo estaba distribuido de esta manera: una tercera parte de la energía mundial la gasta EEUU, otra parte la gasta Europa en general y la otra el resto del mundo. Esto a todas luces es una injusticia groserísima y uno entiende por qué EEUU no quiere firmar el tratado de Kioto en el tema de la energía.

Yo por eso digo: una de las maneras de reivindicarnos de todo el mal que nos hace EEUU es mandarles migrantes, que entren todos los migrantes del mundo. Y cuando vienen a pedirme la bendición antes de irse, les digo: con mucho gusto te la doy, solo ten cuidado en el camino con los coyotes, coyotes humanos, ya hablaré más tarde del coyotismo. A todos los que les he dado la bendición ha funcionado, porque todos han llegado. Las bendiciones funcionan cuando hay fe.

Indudablemente ahora los EEUU están preocupados por el tema migratorio porque están viendo que en su misma sociedad norteamericana empiezan a generarse cambios. Están naciendo muchos hijos de migrantes sobre todo en la parte de California que es la parte que yo conozco más porque ahí vive mi familia que hace treinta y cinco años que emigraron de Guatemala. En California están tratando de poner reglas muy rígidas, como el monolingüísmo, que no se hable español en las escuelas para poder impedir esa realidad de presencia de migrantes especialmente latinos. Aquí ya entraríamos en otro tema, que es el tema de la inserción cultural, del derecho a expresar mis propias costumbres y a vivir de acuerdo a mis propias costumbres. Este es un problema más complejo de lo que parece así a primera vista.

Como decía: que EEUU se llene de migrantes, empujemos a toda la gente a que vaya hacia EEUU, no con un espíritu vengativo pero sí con un espíritu de justicia, que devuelvan todo lo que le quitan al mundo o todo lo que no quieren compartir con el mundo. Saben ustedes que en este momento la primera fuente de ingresos de El Salvador son las remesas que mandan los salvadoreños a su país, millones de millones de dólares al año. Igualmente, el tercer renglón de ingresos en Guatemala son las remesas que los propios guatemaltecos mandan a sus familias. Yo lo veo en San Marcos: casas nuevas por aquí, casas nuevas por allá. Todo viene de EEUU. Esto después plantea también otros problemas y otra serie de consideraciones.

Federico Mayor Zaragoza hizo unas afirmaciones cuando era Director General de la UNESCO que quiero compartir con ustedes porque me parecen importantes: ``Los sistemas actuales de desarrollo son perversos. A escala planetaria mientras que el abismo entre el Norte y el Sur continua ampliándose, la Organización del Comercio Mundial priva hoy a los países en desarrollo de medio billón de dólares al año que equivalen a diez veces la ayuda exterior que reciben y esta diferencia aumenta cada año. También en los países llamados desarrollados se acentúan las desigualdades''.

El año pasado, si no me equivoco, se realizó en Sudáfrica, en Durban, la Gran Conferencia Mundial contra el racismo, la xenofobia, la discriminación y formas conexas, ustedes recuerdan que la prensa le dio una gran cobertura sobre todo cuando Israel, EEUU y Canadá decidieron abandonar la conferencia porque los israelitas se sintieron atacados cuando surgió el problema palestino.

Los países participantes hicieron una Declaración y un Plan de Acción, que precisamente acaba de ser revisado a principios de esta semana en el Distrito Federal. Yo vengo de allí, me invitaron a participar y es bueno estar en estas actividades porque uno tiene una visión global de lo que está pasando. Esta reunión fue hecha para verificar hasta donde se están implementando los Planes de Acción de la Conferencia Mundial de Durban. En esa Declaración y en el Plan de Acción se hace un análisis sobre la Globalización que les comparto: ``La Globalización brinda grandes oportunidades pero en la actualidad sus beneficios se distribuyen muy desigualmente, lo mismo que sus costos. Por otro lado, sus efectos son negativos y pueden agravar la pobreza, el subdesarrollo, la marginación, la exclusión social...'' Ahí fueron muy suaves porque solo escribieron ``pueden agravar'', deberían haber escrito ``agravan''.

De manera que la Conferencia de Durban reconoce que la Globalización está causando efectos negativos y esta Globalización negativamente actuante es peor en los países de América Latina y particularmente en los países de América Central porque sigue sosteniendo procesos de empobrecimiento que no son ahora solamente el resultado de sistemas estructurales que generan pobreza y miseria, sino que también añaden a esto el efecto de no dar acceso a las oportunidades y medios necesarios para que la persona pueda alcanzar un desarrollo adecuado.

No es una cuestión de falta de recursos, hasta ahora, porque por ejemplo ya empieza a ser un problema la falta del recurso ``agua'', no se trata solamente de esto, sino que también se trata de una falta de voluntad política de los Estados que no trabajan en bien de la colectividad, sino en bien de proyectos privados y en este sentido, las experiencias que tenemos en América Central lo reafirman.

Es el caso de Nicaragua. Nicaragua está viviendo en estos momentos una situación de extremísima pobreza. Allí los ideales de la revolución sandinista y la gente comprometida con estos ideales, fueron traicionados por los sucesivos gobiernos. Ahora se discute si van a enjuiciar al expresidente Alemán, que por otro lado es el Presidente del Congreso.

El caso de Guatemala donde el nivel de pobreza sigue creciendo. Tampoco allí ha sido cambiado el sistema socioeconómico generando más y más pobreza. De esto hablaré más adelante.

Por lo tanto no solo los sistemas socioeconómicos de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras no han cambiado sino que a esto hay que añadir los efectos perniciosos de una globalización que reparte muy desigualmente los beneficios y que hace recargar los costos, para poder lograr esos beneficios, sobre las mayorías que son los más pobres.

Y uno se plantea, en el caso guatemalteco: casi cuarenta años de conflicto armado, tanta gente que murió, tantas desapariciones forzosas para que ahora entremos de nuevo a una etapa, como está sucediendo en este momento en el país, de una remilitarización muy sutil pero muy verdadera.... Y qué va a hacer la sociedad civil cuando todavía es una sociedad civil débil, donde grandes sectores son indiferentes ante esta problemática, donde en este momento activistas de Derechos Humanos están siendo de nuevo amenazados de muerte, donde se están planteando nuevamente las posibilidades de un regreso a las prácticas de represión que vimos en el pasado...

La gente de Guatemala tiene miedo. Uno de los grandes efectos negativos del conflicto armado en Guatemala fue que dejó mucho miedo en las Comunidades. Yo lo experimenté así desde que llegué a San Marcos hace trece años. Allí, comenzar a hablar de transformaciones sociales, de compromiso social es tabú porque entonces ``lo que usted está haciendo es traer de nuevo el comunismo a este lugar'', ``usted es un marxista que está propiciando la lucha de clases, que está enfrentándolos'', ``ya no queremos tener esos enfrentamientos, hemos sufrido demasiado'', ``qué nos va a pasar ahora'', etc. Todavía se manejan estos esquemas de pensamiento en muchos sectores guatemaltecos y de América Central. Y si ahora, en este momento, comienzan esas campañas de enviar anónimos, de enviar amenazas veladas, etc.

La gente sigue teniendo miedo y el compromiso social disminuye porque al final de cuentas son muy pocos los que están decididos y decididas a arriesgarlo todo. Yo he hablado con buenos católicos, católicos practicantes que hablan de justicia pero que a la hora de plantearle, ¿quiere dar un paso más en el compromiso?, responden: no, porque tengo esposa, porque tengo hijos... Y uno que puede decir ante esto. Bueno, yo no tengo esposa, no tengo hijos, no tengo ese tipo de problemas. Uno no puede exigir a los demás la radicalidad que desearía pero indudablemente es un freno en un compromiso decidido a favor de las transformaciones sociales. En esto países hablar de compromisos decididos significa tener que enfrentar riesgos, tener que enfrentar peligros de muerte. Hay que pensarlo bien antes de decidirse, pero si uno se decide, se decide. El Señor dice: ``o estás conmigo o estás contra mí''. No hay ninguna otra alternativa.

Luchas, conflictos armados, muertes, desapariciones de personas,... y la situación sigue peor que antes. Yo, en cierto modo, digo: no, la situación no está peor que antes. Al menos en el caso guatemalteco, tenemos los acuerdos de paz y los acuerdos de paz son el punto de referencia para decir: cumplámoslos. Sin embargo, uno ve que no ha habido un deseo, sobre todo en el gobierno actual, de implementar y de llevar hasta las últimas consecuencias estos acuerdos. La misma secretaría de seguimiento para la implementación de los acuerdos de paz estuvo ahí mucho tiempo con un perfil bajísimo, ni siquiera uno se imaginaba que todavía existiera.

En resumen, no solamente la Globalización tiene sus efectos negativos sobre nuestras economías empobreciéndonos mucho más, sino que las estructuras socioeconómicas no cambian en la profundidad que deberían de cambiar para ser generadoras de bienestar para todos y para todas. En este tiempo, todo se ha multinacionalizado y el gran ideal es la eficiencia máxima, sin acabar con la lógica de la explotación. Los trabajadores ahora valen por lo que producen y no por ser personas.

Aquí, en el tema de las migraciones, hemos visto y escuchado: ``Ninguna persona es ilegal''. Ayer, Javier de Lucas insistía en un punto muy fundamental, que las personas comienzan a ser ilegales cuando el Estado o un gobierno así lo deciden. Pero, ¿quién tiene derecho a considerarte a ti legal o ilegal, en base a qué lo va a hacer, cuales son sus principios, sus fundamentos?. Más allá de lo legal o lo ilegal estás tú como persona. Sin embargo, en el sistema de la Globalización la lógica es: tu vales en cuanto produces, no porque eres persona y por lo tanto si hay que hacer una fusión de empresas y en esta fusión hay que despedir a 50, 100 o 4000, despidámoslos, porque está antes el beneficio económico que la condición de cada uno como persona. Sólo cuando uno ha pasado por la experiencia de ser despedido y no tener ya trabajo entiende lo que esto significa, mientras uno tiene su puesto de trabajo asegurado lo que le pase a los demás no le afecta.

En el tiempo de las desapariciones en Guatemala, la gente criticaba por ejemplo a la Asociación de Viudas de Guatemala cuando estas mujeres querían saber dónde estaban sus esposos desaparecidos, dónde les habían sepultado o si todavía vivían. Esta fue una iniciativa nacida de la voluntad de mujeres indígenas, Rosalina Tullú fue la gran lider, y como Guatemala sigue siendo una sociedad racista, y esto hay que decirlo con toda la fuerza porque desgraciadamente es así, muchos sectores especialmente ladinos veían con desconfianza esta iniciativa y hasta se reían, pero cuando a algunas de estas familias les llegó el momento de sufrir la desaparición de alguno de sus familiares, entonces la vida les cambió.

Es duro que el ser humano cambie solo a fuerza de golpes, porque así nos pasa. Procesos de cambio progresivos, paulatinos los hacemos, pero muchas veces lo que nos cambia es un suceso de tristeza, de dolor que nos afecta personalmente y que nos hace comprender en el corazón el dolor de los demás. Compartir el dolor de los demás es un asunto muy difícil. Decir ``yo comparto tu dolor'', no sé hasta que punto sea verdad. Tienes intención de compartirlo, pero meterse en el dolor de otra persona es imposible, porque la experiencia del sufrimiento personal es tan profunda, es tan única, es tan íntima... Solo cuando vivimos las experiencias en carne propia entendemos lo que los otros viven.

En América Latina, a pesar de la creación de gobiernos democráticos, todavía no hemos logrado alcanzar, y en América Central menos, formas participativas justas y reales en los procesos económicos. Les pondré un ejemplo.

En estos momentos se está planteando en Méjico, fue una idea del presidente Fox cuya gestión como presidente está siendo fuertemente criticada como pude comprobar en los medios de comunicación, la realización de un plan de desarrollo denominada por él Plan Puebla-Panamá. Como su nombre indica es un programa de desarrollo que se extendería desde Puebla, en Méjico, hasta Panamá. Se habla de una inversión de 9000 millones de dólares inicialmente para crear infraestructura, mayores fuentes de energía, puestos de empleo, etc.

La gran crítica que nosotros, desde América Central, le hemos dado a conocer a los que están trabajando en este proyecto, a través siempre del PNUD que convocó el año pasado una reunión para hablar del tema y de la situación de pobreza en América Central e invitó a los obispos de América Central para que participáramos es la siguiente: ¿están ustedes teniendo a la sociedad civil, han tenido en cuenta a las comunidades indígenas por donde va a pasar este proyecto?. Y la respuesta es: estamos tratando de hacerlo, vamos a hacerlo. Pero mientras piensan hacerlo, ellos siguen con la ejecución de sus planes.

¿Qué nos va a traer este plan de beneficio real para las grandes mayorías empobrecidas de América Central?. Esta es la gran duda. ¿Quién se va a quedar con los mayores beneficios de este programa de desarrollo. Uno, prejuiciosamente pero con razón, es decir no tan prejuiciosamente, piensa: los más ricos son los que van a tener mayor acceso.

Hace dos años tuvimos una discusión con la Cámara de las Asociaciones del Comercio, la Industria y la Agricultura de Guatemala. Esta cámara es la asociación todopoderosa del país, ella maneja todo el tema económico, aunque últimamente ha venido perdiendo fuerza porque el gobierno actual ha favorecido la aparición de un nuevo sector de gente rica que le está haciendo el contrapeso, lo que por un lado es bueno.

Vinieron a la Conferencia Episcopal a plantearnos sus programas y decían: ``queremos que haya mayor productividad en este país, cuando haya mayor productividad, este país va a tener riqueza para todos''. Nosotros les respondimos: ¿y cómo quieren ustedes que haya mayor productividad en este país si la gran mayoría de jóvenes de este país no tienen acceso a una educación formal, si no hay escuelas técnicas para ellos, si ni siquiera pueden acceder a los estudios universitarios, menos todavía, si ni siquiera tienen acceso a los estudios medios?. ¿Cómo pueden hablar ustedes de productividad?. Comencemos por ahí.

Una de las grandes verdades que ha puesto de manifiesto el sistema económico fundamentado en la agroexportación del café en América Central es que ésta no ha generado riqueza para todos, ha generado riqueza para los dueños de las fincas. Y ahora que estamos atravesando una gran crisis en los precios del café la consecuencia inmediata es el despido de la gente que trabaja en el café. ¿Y qué hace esa gente ahora?. No saben más que cortar café. Yo siempre lo he dicho: el sistema de fincas en Guatemala es un sistema casi feudal, porque esclaviza a las personas. No tienen ni siquiera el derecho de ir el domingo a la misa porque tienen que trabajar.

¿Qué esperanza puede tener un país cuando un niño a los diez años comienza a cortar café, y lo hace a los once, a los doce, a los trece, a los catorce, a los quince y a los dieciséis, y después la única alternativa que ve es casarse, tener hijos y seguir cortando café, y luego cuando su hijo tiene diez años vuelve a hacer lo mismo que su papá y así sucesivamente? ¿Qué esperanza puede haber para que un país sea productivo y competitivo en el mercado mundial?. Da risa escuchar estas afirmaciones. Da risa, por no llorar y mejor llorar que enojarse y volverse violento porque al final esa es la gran tentación que uno tiene.

En América Central, los gobiernos no logran formas participativas, justas y reales en los procesos económicos porque los mecanismos que regulan la economía son todavía verticales. El que tiene dinero es el que manda y la gran pregunta es: ¿quién tiene el dinero, quién maneja los capitales?. En este sentido, el poder globalizante favorece a las grandes corporaciones, al sistema bancario financiero, a la industria, a la informática,... Las grandes empresas transnacionales se hacen cada vez más poderosas imponiendo las reglas del juego para aumentar su monopolio. La Globalización tiene como soporte el dios de la especulación, de la inversión y de la producción.

A mí me da risa, por no usar otra expresión, cuando allá en los países de América Central uno escucha las predicaciones de los grupos evangélicos: ``ustedes los católicos están condenados porque adoran imágenes''. Yo cuando tengo la oportunidad de hablar con algún evangélico, que son pocas veces porque no se acercan fácilmente a uno y cuando lo hacen no es que sean muy dialogantes, les pregunto: ¿ustedes se han dado cuenta de cuales son las nuevas idolatrías que hay ahora?. La nueva idolatría es la idolatría del capital, del dinero. Y esto la Globalización lo hace todavía más fuerte.

Son más lucrativos los circuitos del mercado financiero que los bienes de consumo indispensables para satisfacer las necesidades humanas y en este sentido la economía global es contundente, crea dependencia, impone sus intereses, su visión de vida, causa sumisión y conformismo social. Ahora estamos en el tiempo de la automatización, de la informatización, de la robotización, vinculado a las tecnologías de punta y en esta lógica, el trabajo humano y la materia prima empiezan a ser menos significativas.

Hay una hermosa encíclica que el Papa Juan Pablo II escribió sobre el trabajo y uno de sus puntos clave es que ``el trabajo humano vale por ser trabajo humano''. No importa el trabajo que tu hagas, si es trabajo es humano y lo humano vale. Y en mis tiempos de estudiante de teología, hace ya muchos años, yo leí un libro del Padre Delvá que se llamaba: ``La crisis del humanismo ateo''. Seguimos en una crisis de humanismo, porque lo que ahora está en juego es el destino de la humanidad, del ser humano.

Anoche estaba leyendo un librito que me dejó el Señor Jarauta sobre la Globalización que dice: ``necesitamos recuperar el sentido de que todos somos ciudadanos de un planeta que se llama Tierra''. Ustedes viven aquí , yo vivo en Guatemala. Sin embargo, ¿por qué ustedes están interesados en América Central?. ¿Por qué yo acepto venir a compartir mi tiempo con ustedes?. Porque estamos interesados en esto que se llama Tierra, donde todos nosotros vivimos y donde todos y cada uno de nosotros queremos de verdad que todos tengamos el mismo acceso a una mejor calidad de vida. Esa no es la idea del sistema global, al sistema global le interesa el dinero, le interesa el capital.

Para los países latinoamericanos el proceso de conquista y colonización de hace cinco siglos marcó el inicio de la imposición de un sistema económico y social que dura hasta nuestros días. Con la revolución industrial, el capitalismo se afianzó de forma definitiva estableciendo mecanismos de relaciones de explotación y desigualdad que todos estamos sufriendo.

El primer obispo de Guatemala, Francisco Marroquí, que era de España y fundó la primera Universidad de Guatemala, la Universidad de San Carlos, que entre paréntesis atraviesa una crisis increíble, le escribió una carta al rey de España en donde en términos semejantes decía lo siguiente: ``Yo le pido a su majestad que por favor ordene que los indígenas de las tierras altas de Guatemala no bajen a las costas a trabajar porque de cinco que bajan dos se quedan muertos abajo y tres regresan enfermos'' . Hace quinientos años el primer obispo de Guatemala dijo esto y desde hace quinientos años sigue pasando lo mismo.

La emigración de los indígenas de las zonas altas de San Marcos a las zonas costeras de Guatemala y a la zona de Chiapas, año tras año, se repite del mismo modo. Cientos de cientos de cientos de personas que los bajan en camiones como si fueran ganado a trabajar en las fincas de café. Si ustedes vieran cómo los transportan... Ya hemos tenido casos de accidentes graves porque el camión iba sobrecargado y se le fueron los frenos en la bajada y murieron quince o veinte y los entierran y sin novedad. No hay derecho a exigir indemnización, de exigir un resarcimiento económico. Es como que la vida humana no tuviera ningún valor, como si estas personas no fueran personas.

Esto me remite de nuevo al tema del racismo, que tiene que ver indudablemente con el tema de la Globalización, porque si hay un sistema económico que me está diciendo ``tu vales por lo que produces , no por lo que eres'' , entonces si no puedo hacer nada, no valgo.

Una indígena quiché, antropóloga y que había trabajado en los medios de comunicación, vino a trabajar con nosotros en el programa de Pastoral de la Tierra que tenemos en la diócesis. Fuimos juntos a Ciudad de Guatemala donde tuvimos un encuentro con autoridades del gobierno para plantearles nuestra propuesta de desarrollo humano y de reforma del sistema caficultor, que solo ha generado pobreza. En la noche, quisieron ir a divertirse un poco y fueron a un lugar, a un club nocturno de Guatemala para platicar y a ella no la dejaron entrar porque llevaba su traje indígena. Los compañeros reaccionaron y la defendieron pero al final se fueron a otro lado. Poco después ella comenzó una campaña de información sobre el racismo en la sociedad de Guatemala. ¿Por qué os cuento todo esto?. Por lo que decía: si tu no eres considerado persona por ser persona, sino por lo que produces...¡Cuidado!. De ahí a negar otros derechos no hay mucha diferencia.

En todo este fenómeno de la Globalización, hay ahora lo que llaman la ``trinidad pagana'' . ¿Qué es la trinidad pagana?. La trinidad pagana es: el Fondo Monetario Intenacional, el Banco Muncial y la Organización Internacional del Comercio. Esta es la Trinidad Pagana que está determinando el rumbo que la humanidad que vive en este planeta tiene que seguir. ¿Es posible esto?. Más que posible. Es real. Por eso, toda esta situación ha hecho que durante los últimos tiempos los pueblos centroamericanos hayan visto deterioradas sus convicciones socioeconómicas de vida. Al grado, que un alto porcentaje de la población vive entre la pobreza y la extrema pobreza. ¿Qué quiere decir pobreza y extrema pobreza?. Este es un punto muy importante. Yo hago aquí una relación directa entre el concepto de pobreza y el concepto de desarrollo humano.

El informe del PNUD de las Naciones Unidas define ``desarrollo humano'' de la siguiente manera: ``El desarrollo humano entraña mucho más que el simple aumento o disminución del ingreso nacional. Significa crear un entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus necesidades e intereses. Los pueblos son la verdadera riqueza de las naciones y por lo tanto el desarrollo consiste en la ampliación de las opciones que ellos tienen para vivir de acuerdo con sus valores. Por eso el desarrollo significa mucho más que crecimiento económico, porque el crecimiento económico es solamente un medio importante para cumplir las opciones de la población''.

Y más adelante, cuando habla de que quiere decir esto de ampliar las opciones dice: ``Un elemento básico para ampliar las opciones es el desarrollo de la capacidad humana'' , es decir, las múltiples cosas que la gente puede hacer o ser en la vida: vivir una vida larga y sana, tener conocimientos, tener acceso a los recursos necesarios, alcanzar un nivel de vida decorosa y poder participar en la vida de la comunidad. Indudablemente este es un estudio técnico, pero no deja de integrar unos elementos de tipo humanista. No los toca todos, claro, por ejemplo no toca el aspecto de la belleza o el aspecto de la diversión que es un aspecto fundamental.

Allí en la diócesis hay un sacerdote que defiende que la mejor manera de hacer pastoral es lograr que la gente esté contenta y su lema es: ``adiós tristeza'' . Y tiene razón, porque indudablemente si una persona no es feliz, habrá que preguntarse por qué no lo es.

Hace unos días estaba platicando con una persona que había venido del extranjero y que pasó a hacernos una visita a San Marcos y me decía: ``lo que más me gusta cuando salgo al campo es ver la sonrisa de las personas'' . Porque es verdad. En las aldeas de San Marcos uno se encuentra a la gente y le sonríen. Ahora menos que antes y eso es un signo al cual hay que estar atentos. Comunidades donde la gente ríe menos, ahí está pasando algo y hay que tratar de profundizar qué es lo que está pasando.

Y decía esta persona: `` Y lo que más me encanta es la risa de los niños y las niñas'' . Y es cierto, porque uno ve que gente que vive en condiciones de extrema pobreza se ríe y uno podrá decir desde una mentalidad racionalista, y cuidado con estas mentalidades porque no son muchas veces las mejores: ¿pero es que no se da cuenta de la pobreza en que vive, de la miseria en que vive?. Seguramente, se da mejor cuenta que tú, lo que pasa es que tiene mejor capacidad de asimilarlo que tú, que has estado acostumbrado a un sistema donde no te ha faltado de nada. Hace poco visité a unos amigos en la capital y uno de sus hijos se quejaba: ``todo el día de ayer estuvimos sin luz eléctrica'' . Y yo le decía: ¿y no alumbró la luz del sol?. Sí, me respondió, pero no podía ver televisión. Ya se crearon la necesidad de ver televisión.

Indudablemente la felicidad es parte fundamental en la vida. Como dice el Señor Jesús: ``Donde está tu tesoro, está tu corazón y donde está tu corazón, está tu felicidad. ¿Dónde tienes puesto tú tu corazón? ¿Dónde tienes puesto tu tesoro?. Esa es la pregunta del millón. Hay que contestarla.

Rápidamente les digo las puntuaciones en las que los países de América Central están situados en el índice de desarrollo que el PNUD establece tomando como puntos de referencia, como parámetros, estos elementos que acabo de mencionar.

Sobre un total de 154 países, no están todos los países porque no lograron recoger encuestas en todos, Costa Rica se sitúa en el número 41. Bien, está alto: más larga vida, más acceso a conocimientos... No sé como les estará yendo ahora con toda la presencia de nicaragüenses, porque en estos momentos en Costa Rica hay alrededor de 500. 500 nicaragüenses, es una presencia fuerte y también hay una presencia fuerte de colombianos. Panamá está en el número 52, El Salvador se encuentra en el número 95, Nicaragua en el 106, Honduras en el 107 y Guatemala en el 108. Nosotros somos el último país de América Central según el índice de desarrollo humano.

Cuando el año pasado nos reunimos en Tegucigalpa con representantes de la ONU para hablar de este tema yo me quedé impactado. ``Guatemala, se comentó, es un país rico con una infinidad de pobres'' . Yo sé que esto es verdad porque lo estoy tocando, lo estoy viendo, pero fui y le pregunté al experto: ¿usted me podría decir por qué?. Muy sencillo, me dijo, hay dos razones para sostener mi afirmación. Un país nosotros lo consideramos pobre en cuanto a su producción de riqueza y en cuanto a su distribución del producto interno bruto. Guatemala es el país donde el reparto de los beneficios del producto interno bruto es el más desigual de América Central y es el país que en este momento está produciendo menos riqueza, por eso Guatemala es el país más pobre.

Como ya dije anteriormente, cuando uno dice estas verdades, mucha gente en Guatemala piensa: ``este es un comunista, un politiquero'' . En el caso de nosotros, los obispos y sacerdotes: ``por qué no se quedan mejor en la iglesia, miren tantos evangélicos que están creciendo y cuantos católicos se les están yendo de las iglesias y ustedes preocupados por este tipo de cosas'' . Yo, si me lo dice alguien que lo veo en la iglesia dos veces al año, para la Semana Santa cuando tiene que cargar la procesión del Viernes Santo y quiere tener su turno de honor para que todos vean lo buen católico que es, está bien. Si viene de él yo lo acepto. Pero que no venga de gente a la que yo considero comprometida en la iglesia. Eso es triste y es desastroso. Porque significa que tu interpretación de la vida cristiana y tu manera de conseguir el seguimiento de Jesús va por una línea donde realmente estás perdido. Porque realmente vas por la puerta ancha, no vas por la puerta estrecha y estás tratando de entrar al reino de los cielos por el lugar que no debe ser. El Señor Jesús lo dice: ``Lo que te lleva al reino de los cielos es un camino angosto, no un camino ancho'' .

Otro aspecto a tener en cuenta en los efectos negativos de la Globalización es el relacionado con las ayudas económicas que los gobiernos dan a ciertas empresas privadas para poder competir en el mercado internacional. Hace dos noches, comentaba este tema con quienes me hicieron el gran favor de traerme del aeropuerto. Los gobiernos de EEUU y la Unión Europea invierten cantidades millonarias de dinero para subsidiar a ciertas empresas privadas y actividades económicas pero a la vez exigen a los demás gobiernos el mundo que eliminen los subsidios. Indudablemente, de esa manera no se puede competir. El libre mercado es libre mercado. ¿Por qué libre mercado con unos y con otros no?. O todos en la cama o todos en el suelo. O todos cinco o todos centenadas.

Otro punto importante y que ahora se está discutiendo mucho es el de la propiedad intelectual y las patentes. Cuando una persona inventa o crea un nuevo producto debe de patentarlo, es decir, es el dueño de esa nueva fórmula, de manera que si otras personas o empresas quieren elaborar ese mismo producto tienen que pagarle, porque la patente es la propiedad intelectual de algún producto. Por ejemplo: los gobiernos que quieran elaborar medicinas contra una enfermedad tienen que pagar a las transnacionales la patente, es decir, el derecho a elaborar el producto. Así, las patentes sobre sustancias medicinales encarecen el precio de las medicinas que se hacen inaccesibles a los consumidores de países pobres poniendo en riesgo la salud de millones de personas en el mundo.

Nosotros en la diócesis de San Marcos tenemos un programa de salud. Hay un equipo a la cabeza del cual está una hermana religiosa que es doctora y ella se encarga de adiestrar promotores de salud para toda la diócesis. Los promotores de salud se encargan de vigilar que no haya epidemias, de enseñar medidas de higiene, de prevenir infecciones intestinales o respiratorias, etc. Hicimos una investigación para verificar el precio de las medicinas en la zona de San Marcos porque queríamos implementar un programa de venta de medicinas a precio de costo comprándolas al por mayor y descubrimos que en algunas farmacias, y yo creo que eso es general, las medicinas las vendían hasta diez veces más caras que lo que les habían costado, de manera que si un tratamiento de antibióticos en realidad costaba 100 quetzales, un dólar vale 7'80 quetzales, la gente lo tenía que comprar al menos a 300 quetzales.

Si un campesino, un cortador de café que es de lo que la mayoría vive, aunque hay algunos que se dedican también al cultivo de la papa, gana al mes 450 quetzales para él, para su esposa y paras sus tres, cuatro, cinco, seis, siete u ocho hijos, que ese es otro problema, el de la explosión demográfica, ¿cómo va a poder comprar un tratamiento de antibióticos?. Y en el hospital no se lo van a dar, porque el sistema de salud es desastroso en estos momentos en el país.

EEUU está cuestionando a Brasil ante una de las tres personas de la trinidad pagana, la Organización Mundial del Comercio, a propósito de una ley brasileña que trata de aumentar la producción doméstica de medicamentos contra el sida. Lo mismo quiso hacer con Sudáfrica que en el año 1997 promulgó una ley para poder hacer los precios de dichos medicamentos más accesibles a la población. Sudáfrica es el país de Africa con mayor índice de casos de sida.

Si el gobierno sudafricano hace una ley para poder hacer medicamentos más baratos la Organización Mundial del Comercio dice: no, ustedes no lo pueden hacer, tienen que pagar patente. Las empresas transnacionales demandaron al gobierno sudafricano pero finalmente los tribunales fallaron en contra de las transnacionales. Ustedes entienden por qué EEUU no quiere entrar en el tema de los Tribunales Penales Internacionales. Es lógico.

En resumen, Globalización igual a más pobreza, más miseria, más ricos los ricos, más pobres los pobres. América Central no es la excepción y toda esta situación de empobrecimiento en América Central está generando una migración muy grande. No sólo interna, es decir la de los trabajadores temporeros que bajan a trabajar desde el mes de agosto hasta el mes de diciembre de la que ya les hablé, sino también hacia el Norte.

En general, podría decir que en este momento la migración en América Central es de tipo económico. En tiempos anteriores fue de tipo político. Cuando hubo los conflictos en El Salvador o en Guatemala mucha gente trató de salir del país y ahí tenemos el caso de los refugiados guatemaltecos en Méjico y de los refugiados salvadoreños en Honduras. Ese era otro tipo de migración, pero en el momento actual es sobre todo de tipo económico, es el famoso sueño americano al que aspiran miles de personas en esta región. La migración hacia EEUU es constante. Hay un aumento de personas que intentan migrar a este país y esto nosotros lo sabemos tomando en cuenta el número de deportaciones desde Méjico, desde Belice y desde EEUU, aunque no tenemos una cantidad exacta porque es muy difícil saberlo, pero con mucha proximidad podemos decir que las cantidades que manejamos son bastante objetivas.

En el año 2001 hubo una deportación mensual de 11.200 indocumentados, lo que equivale a 134.000 durante todo este año, prevaleciendo en este orden: primero los guatemaltecos, segundo los hondureños, tercero los salvadoreños y por último los nicaragüenses. Hemos tenido también chinos, muchísimos. Ustedes se puede imaginar venir desde China en barco para que un guardacostas norteamericano los agarre, entre comillas, en aguas internacionales y se los lleve presos hasta las costas guatemaltecas donde los hacen desembarcar y los envían de nuevo a su país. Este es el drama, porque quieren ir a EEUU. Hasta tuvimos el caso una vez en la frontera, hace un año y medio, de una persona que nadie sabía de donde venía porque nadie le entendía la lengua que hablaba. Al final, no se cómo, llegaron a determinar que era de Bosnia- Herzegovina y quería, a través de Guatemala, entrar en EEUU. Casos de ecuatorianos, no les menciono cuantos.

La parroquia más alta de San Marcos está a 3000 metros de altura y la parroquia más baja que tenemos es al nivel del mar, tanto que el párroco que está en esa parroquia que da al Pacífico dice: ``tengo una parroquia gigantesca que llega hasta el Japón''. En el océano Pacífico, yo he visto cómo cargan las lanchas tiburoneras, sobrecargadas con gente que no sabe nadar, para desde ahí salir y llevarlos a un lugar en las costas mejicanas, un lugar donde los desembarcan y de ahí comienza su travesía hacia EEUU. Hace cuatro meses, un naufragio. Murieron veintidós salvadoreños. Se salvó una mujer salvadoreña que dijo: ``yo no sé cómo me salvé porque yo no sé nadar, lo único que sé es que cuando sentí yo estaba ya en la playa''. Ella fue la que contó toda la historia y sucedió que la lancha iba y de repente vieron que se acercaba un guardacostas mejicano y por tratar de escaparse, a saber que maniobra hizo el lanchero que le dio la vuelta a la lancha y ahí quedaron sepultados.

Aunque es muy doloroso hablar y poner por escrito el sufrimiento de estas personas, hemos publicado un pequeño libro, con casos como éste, para concientizar sobre este drama humano de la gente migrante en el que de por medio está la lucha por la vida. A mí, a veces, me da cargo de conciencia cuando les digo: váyanse, váyanse, pero con cuidado. Yo mismo he hecho una parte de la ruta. Desde la frontera de Ciudad de Guatemala, que está en la ciudad de Capachula en el lado mejicano, hasta el Distrito Federal hay diecinueve puestos de control migratorio. Diecinueve puestos en 3000 kilómetros.

Les contaré un asunto anecdótico, para reírse. Sucedió que una de las religiosas que trabaja en la diócesis es mejicana, verdaderamente es mejicana, pero los de emigración no le creían y le dijeron: enséñenos el pasaporte. Aquí está. Y su tarjeta de no se qué. Aquí está. Y le preguntaban: ¿usted de que parte de Méjico es?. Pues de tal lugar. ¿Y qué iglesia hay en su lugar?. Pues tal iglesia. E insistían: no, usted no es mejicana. La tuvieron una hora y la gente del autobús desesperada porque no la dejaban subir hasta que al final de dijeron: ¡cántenos el himno de Méjico!. Por eso, los migrantes guatemaltécos de la zona de San Marcos, que son gente lista, no sé como hacen pero: primero consiguen un acta de nacimiento mejicana, segundo comienzan a practicar palabras que se usan en Méjico y no se usan en Guatemala y se aprenden los colores de la bandera mejicana y el nombre del presidente, y tercero se aprenden el himno mejicano.

Algo que yo critico en Guatemala: tenemos un nivel de pobreza del 82% y 90 de cada 100 guatemaltecos se confiesan creyentes en Jesucristo, católicos y no católicos. ¿Cómo es posible que en un país donde 90 de cada 100 se dicen creyentes en Jesucristo haya 82 pobres de cada 100?. Porque yo entiendo que una cosa es la opción libre por la pobreza, a la que Jesús nos invita a todos, y otra cosa es que me impongan la pobreza. Sobre todo cuando es miseria y miseria quiere decir que gano siete quetzales al día, apenas un dólar, que solamente hago dos comidas al día con una dieta alimenticia mínima.

A veces, uno le dice a algún catequista: ¿por qué no viniste a la reunión del pasado sábado?. No tenía dinero para mi pasaje. ¿Y cuánto es tu pasaje?. Cinco quetzales. ¿No tenías cinco quetzales?. No, no los tenía. No pude ir a trabajar estos días. ¿Y entonces de qué estás viviendo?. Bueno, del maíz que recogimos. ¿Y cuántos quintales de maíz consumes tú?. Bueno, nosotros somos seis en la familia y necesitamos dos quintales de maíz al mes. ¿Y cuánto está costando ahora el quintal de maíz?. Ahorita está costando 80 quetzales. Entonces necesitas 160 quetzales para dos quintales de maíz al mes. ¿Y cuánto lograste recoger?. Bueno, fuimos allí a la costa y de lo que ganamos tenemos ahorita guardados unos 6 quintales. Comida para tres meses, ¿y azúcar?. No, azúcar no porque no alcanza el dinero. ¿Y carne?. Sólo cuando hay celebraciones en la aldea.

Cuando hay celebraciones, entonces todos se juntan y juntan dinero y compran una vaca y yo les digo: muchos de ustedes vienen aquí a la celebración no para alabar a Dios sino para poder comer un poco de carne y les da risa porque saben que es verdad, pero no se lo digo en plan de reproche, sino en un plan de decir que entiendo por qué vienen.

¿Y cuando fue la última vez que le compraste un par de zapatos a tus hijos?. Hace ocho meses, dice. ¿Y tú cuando te compraste un par de zapatos?. Hace un año. ¿Y a tu esposa?. Hace un año y medio. Las mujeres son más marginadas que ellos mismos, tristemente. Bueno, eso explica la migración.

Yo el año pasado estuve visitando gentes de San Marcos que están trabajando en procesadoras de pollo en los EEUU, donde están las Hermanas de Vedruna trabajando con migrantes guatemaltecos, dándoles su apoyo, y descubres gente que trabaja catorce horas diarias. Trabajan dos turnos. Y nos llevaron a visitar una de las procesadoras para que viéramos las condiciones de trabajo en las que los tienen. Ganan 8'75 dólares la hora de trabajo. Este es el sueño americano. Siempre pensando: Voy a regresar. Tres años, cuatro años, cinco años y regreso. Y mando dinero a mi familia. Para que compren un poco de terreno, para que paguen los estudios de los niños. Y el gerente de la procesadora decía: nosotros estamos muy contentos con los guatemaltecos porque son trabajadores que vienen a trabajar. Claro que vienen a trabajar, le dije, si lo que quieren es ganar dinero. Y había quien preparaba, yo lo vi, 35 pollos por minuto. Y no se puede parar porque vienen y vienen... Me quedé impresionado.

Y la emigración sigue en aumento, a pesar de todos los controles que están poniendo. En estos momentos estamos viendo que los controles migratorios están siendo mucho más fuertes. En el caso de Méjico estos controles se están militarizando y abusos en violaciones de derechos humanos siempre existen. Nosotros tenemos una Oficina de Atención a emigrantes que se han sentido afectados en sus derechos para poder apoyarlos y poder denunciar. En este sentido el gobierno mejicano ha puesto también una policía que llaman el Grupo Beta Sur que se encarga de controlar a los de emigración y tratamos de estar en contacto con ellos con la esperanza de que este grupo ponga orden a sus mismos compañeros.

Desde el 11 de septiembre, las autoridades migratorias del gobierno de los EEUU sólo conceden treinta días a los que tenemos visa de entrada, antes daban dos meses, ahora treinta días y punto. Y están trabajando en una nueva ley, que Bush está queriendo implantar, que consiste en poner controles digitales de manera que todos pongamos nuestras huellas para llevar un control computerizado de los que entran, de cuando entran y cuando salen, y también quieren poner un sistema fotográfico en base a las razas: tu eres de la raza negra pues vamos a tomar la foto, tu eres latino pues te vamos a tomar la foto.

Se acaba de celebrar en Barbados un encuentro cumbre de la Organización de Estados Americanos donde la propuesta de EEUU, para variar, iba en el sentido de decir: Lucha contra el terrorismo. O estás con nosotros y contra el terrorismo o estás contra nosotros y a favor del terrorismo. Y todos nos reímos.

Hay una carta publicada el año pasado, antes de que pasara lo del 11 de septiembre, de un obispo de la Florida que fue combatiente en Vietnan donde manda decir a Bush: ``Nosotros somos odiados en el mundo por todo el mal que hemos hecho'' . ¿Ha habido actos terroristas en Dinamarca?. ¿Ha habido actos terroristas en Noruega?. ¿Ha habido actos terroristas en Suecia?. No, porque son países que respetan al mundo. Ahora están dando de nuevo publicación de esta carta.

Bien, el tiempo pasó y tengo que terminar. Aumento de migraciones, aumento de pobreza en América Central, esos son los impactos de la Globalización. Muchas gracias.


Notas:

1Alvaro Ramazzini. Obispo de la diócesis de San Marcos. Guatemala. Presidente del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), Presidente de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (Pastoral Migratoria), Presidente de la Pastoral Interdiocesana de la tierra y de la Comisión de Pastoral de la Comunicación de la Conferencia Episcopal de Guatemala.