CUBA

La situación política, las Iglesias en Cuba y el trabajo del Grupo en ese escenario.

Buenas tardes a todas y todos. Queremos hacer un breve análisis de la situación política y las iglesias en Cuba, parta ello deseo llamar la atención en tres tópicos: la propia situación que se vive en Cuba, cómo la iglesia jerárquica ve los acontecimientos y como la vemos los que pertenecemos al Grupo Oscar Romero.

“La comunidad de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba suyo lo que poseía, sino que todo lo que tenían en común… no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que tenían campos o casas lo vendían y ponían el dinero a los pies de los apóstoles, quienes repartían a cada uno según sus necesidades”. Esto nos lo dice Lucas en Hechos 4, 32-35. Y la enseñanza radica en la necesidad que tenemos todos los cristianos de conocer las experiencias y hazañas de nuestros precursores en la fe y pienso que esto nos está indicando que hay una necesidad enorme en este mundo globalizado de recobrar como cristianos este quehacer de los apóstoles y la actuación del Espíritu.

Los que voy a compartir con ustedes mas que una carga “política” desearía que la vieran como una realidad compleja donde no dejan de haber fuerzas poderosas del egoísmo individual y social, errores de las partes, luces y sombras. Ninguna sociedad es perfecta, esa civilización genuina que aspiramos, no ha existido nunca, mucho menos una civilización verdaderamente cristiana, tal vez porque las iglesias han alentado y fomentado el esfuerzo individual.

El modelo económico cubano parece estar orientado a los servicios, gran auge ha tomado el turismo y al parecer juega un papel fundamental en la captación de divisas.

Es una economía abierta que depende de la exportación de algunos productos como el níquel, tabaco y busca la diversificación en la biotecnología, pero aún es una economía sumida en una crisis, por lo que el despegue económico es lento aunque se realizan esfuerzos. Existe un mercado interno en dos monedas, teniendo el mayor peso el mercado en divisas. Notamos un acceso desigual a la divisa, algunos la reciben en remesas desde el exterior, como suele suceder en las sociedades latinoamericanas o mediante algunas formas de estímulo por trabajar en turismo, firmas mixtas, etc., o por medio de una economía informal.

La moneda nacional frente al dólar hace ver la contradicción entre el papel social del trabajo y la real solución de las necesidades. Es un modelo estatal que se mueve de la planificación indicativa mediante el uso de instrumentos financieros unido a mecanismos de mercado buscando la inserción de Cuba en el escenario mundial.

El llamado “período especial” ha signado a la sociedad cubana de una diferenciación social que había sido superada por los logros globales de la revolución cubana. La centralización ha sido característica esencial ante la necesidad de poseer un alto nivel de decisión económica para superar el atraso y propiciar de ese modo el desarrollo de algunos programas.

En el plano social, Cuba es un país multirracial con índices sociales destacables: educación, servicios médicos, seguridad social, índices muy envidiables por cualquier nación subdesarrollada. El cubano es rebelde, hospitalario, solidario, la revolución creó nuevos valores, pero también han aparecido antivalores con ciertas muestras en algunos sectores de individualismo y consumismo, por lo que algunos estudiosos sociales prevemos que el cubano que vendrá será una mezcla de valores arraigados (familia, solidaridad, sentido de unidad nacional) y otros que irrumpen en el escenario y que no tienen menos importancia sociológica como la competitividad, búsqueda de excelencia, entre otros.

El unipartidismo, con su presencia en toda la sociedad, actúa como organizador y está presente como fiscalizador y orientador. El Partido en Cuba no tiene la misma función que los partidos en un régimen liberal, en esos, los partidos representan diferentes sectores, clases o grupos, en Cuba es la fuerza que transforma la sociedad y la dirige, por lo que ha de ser imagen del sentir popular, es un producto del desarrollo histórico y heredero de Martí, no obstante indiscutiblemente tiene gran influencia del modelo leninista. Es un país con gran independencia en su política exterior. Es baluarte en la defensa de los países subdesarrollados. La preservación de una voz independiente y de principios se pudo apreciar incluso en momentos de estrecha alianza con la URSS, lo que demuestra que siempre ha tenido una política exterior propia.

Los retos que enfrenta el país frente a la agresión de EE.UU., los problemas estructurales heredados del modelo leninista, ha hecho que la sociedad civil tome conciencia de un papel que le está dado en cualquier sociedad, es el papel de los actores comunitarios que buscan alternativas locales para dar respuesta a los problemas acuciantes de la localidad y no esperan que un estado paternalista le ofrezca, aún con los mejores deseos, todo lo necesario para la subsistencia, estamos pasando de una mentalidad de heroísmo épico colectivo a una de esfuerzo cotidiano, tanto de forma colectiva como individual.

El poder en Cuba es unitario y consagra al Parlamento como la máxima autoridad, sin embargo puede apreciarse una tendencia a la unanimidad, algo que puede ser perfectible para un mejor funcionamiento de la democracia popular. El liderazgo histórico ha logrado imprimir un sello personal al proceso con su estilo de trabajo, vinculación a las masas y posición de principios.

Nuevos aires del Espíritu de Jesús han comenzado hacerse sentir en la vida de las Iglesias cubanas, tal vez las prácticas discriminatorias por una errónea interpretación de la doctrina filosófica, nos hicieron más fuertes e hicimos saber que existían objetivos humanistas en el proyecto social cubano que eran coincidentes con los principios evangélicos de dar de comer al hambriento, agua al sediento, etc. El Estado y el Partido comenzaron un proceso de revisión de errores. En la práctica cotidiana se dan hechos que reflejan el estado alcanzado por la libertad de conciencia a escala social.

Por problemas de tiempo es necesario pasar a como ve la iglesia jerárquica la situación cubana actual, por supuesto que el aspecto contextual cubano es imposible agotar en tan breve espacio.

Si bien en 1986 la iglesia católica reconocía que la Revolución daba por justicia lo que antes se daba por caridad, después del colapso del campo socialista y de la supresión de restricciones dado el ateísmo que había prevalecido como doctrina, algo que indiscutiblemente ha marcado no solo a las iglesias sino a la sociedad en general, la evolución política, social y económica es analizada por la jerarquía más cercana a las transiciones este-europeas, las mismas que hicieron retroceder todo lo ganado en materia de conquistas sociales básicas, llevando a esos pueblos hacia el engranaje neoliberal, que es la misma posición que adoptan los sectores mas reaccionarios del exilio cubano en Miami.

Ahora se habla escuetamente de esfuerzos en el área de la salud, parecería que la jerarquía no tuviera memoria histórica y en Cuba no hubiese acaecido absolutamente nada en justicia social, aquello que el ENEC expresara en el lejano 1986 ha sido silenciado.

En diferentes pastorales y en muchas de las publicaciones que posee hoy en día la Iglesia se vislumbra una fuerte misión antisocialita, para la jerarquía el Partido único ligado la ideología oficial es la base de nuestra pobreza como nación.

Se sigue argumentando que la Revolución es el enemigo de la fe, la lógica del mercado se toma como paradigma y se habla de una sociedad caótica y falta de virtud por no tener a Cristo, pero la Revolución cubana, siendo imperfecta, pero perfectible, ha desarrollado toda su política social dentro de un marco ético que ahora pretenden ignorar.

No es menos cierto que la voz del episcopado es escuchada por muchos al tocar temas neurálgicos e irresueltos por la Revolución, estamos entonces frente a una iglesia que al decir del sociólogo Aurelio Alonso, salió del silencio y que ahora lo único que calla es que el silencio también, era auto impuesto, que salió del silencio no sólo porque podía hacerlo sino porque quiso, sin embargo, ella no tiene la solución ante las desigualdades que hoy aparecen en el ámbito social cubano, sería ingenuo pensar una sociedad puramente evangélica. El idealismo llega a prescindir de la objetividad interna por lo tanto se subjetiviza.

En los últimos tiempos se aprecia que hay un desplazamiento de la problemática política y social hacia el laicado que conforman una nueva intelectualidad, ambas posiciones las de uno y otros hacen sentir con fuerza un pensamiento liberal atacando la existencia del liderazgo histórico. En algunas publicaciones la “nueva intelectualidad católica” a partir de la experiencia cubana va en busca de una vuelta al modelo capitalista, envolviéndola en una fraseología cristiana en algunos casos, en otra nacionalista, pero todas con un rescate del pasado republicano como la Constitución del 40 y promoviendo una ideología demócrata cristiano conun ataque a cualquier modelo socialista. Hoy ese discurso habla sin hacer un análisis objetivo de la historia de nuestro país y de las condiciones actuales frente a EE.UU. y a un mundo unipolar, suelen apelar a la Doctrina Social de la Iglesia, pero esa Doctrina no es una tercera opción, con respecto a lo social justifica la propiedad capitalista y por otro lado su cuerpo teórico no responde a la solución de los problemas.

La iglesia posee también un discurso excluyente en dos direcciones: en lo social y en el religioso. Su único marco de referencia es el catolicismo y la iglesia romana, la ética católica, la educación católica. Todo este discurso se construye sobre “valores cristianos” y más que eso “católicos”, por lo tanto fuera de la fe y de la iglesia católica no hay salvación, pero tampoco hay valores. Hay que entender que este discurso eclesial no puede verse fuera del marco en el que se desarrolla y la Revolución ha desarrollado todo su potencial sin un referente religioso.

Pero ¿qué pensamos como organización no sometida a la influencia de los Obispos? Debemos decir que los Obispos nos acusan de ser oxigenadores del régimen y a decir verdad preferimos oxigenar la Revolución que oxigenar al capitalismo, la división de la sociedad en clases es anticristiana, porque las clases surgen de la explotación.

No estamos de acuerdo ni con los obispos ni con los nuevos intelectuales católicos que plantean que Cuba no regresaría a la situación existente antes del 59. Todas las llamadas transiciones han ido a parar a lo mismo, al auge de la enajenación y al libre mercado. Consideramos que la sociedad cubana actual posee virtudes básicas en términos de justicia social y desarrollo humano, que la virtud no es propiedad del cristianismo y muchos menos del catolicismo, que la virtud está en todo hombre-mujer de buena voluntad, y se genera y forma parte de las relaciones sociales.

No tenemos recetarios económicos frente a los problemas que enfrentamos, la búsqueda debe estar en la propia sociedad cubana, no como masa, sino como una asociación compleja de diferentes intereses, donde podamos forjar un marco de proyecto social dentro del socialismo, de sus objetivos y principios, por eso se necesita reformular métodos y estructuras ante un desgaste por los embates de la situación internacional y de la propia praxis.

No debemos caer en la tentación de los errores cometidos por los proyectos socialistas que se derrumbaron, debemos estar atentos a que la praxis es el criterio de la verdad y que ante la repetición de un problema este no se debe a factores casuales sino a que existe alguna deficiencia del modelo.

Las variantes de transición que muchos plantean abierta o solapadamente, responden y reflejan los intereses de diferentes grupos políticos que los promueven tanto dentro como fuera de Cuba. Creemos que la única forma de un despegue económico estaría en el levantamiento del inhumano y anticristiano bloqueo a Cuba.

No consideramos válido el discurso de los nuevos intelectuales y de la jerarquía, aún con sus matices porque no vemos la recomposición social en un sistema que funja como capataz de los intereses monopolistas. Los herederos del régimen anterior continúan defendiendo proyectos elitistas, antinacionales y marginadores, lo que unido a su imbricación con los grupos de poder, impulsan el neoliberalismo, lo que los hace seguir siendo aliado de nuestro adversario principal.

Queremos una iglesia que no sea antisistémica, tampoco sometida, pero si actuando dentro de las dimensiones deseables dentro de su papel de evangelizador, es decir de quien proclama la buena nueva, que proclame una sociedad donde el amor triunfe continuamente para decir como en el Apocalipsis 21,1 “Después vi un cielo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra ya pasaron”.

Nuestra Organización ha cumplido 21 años de trabajo, éramos un pequeño grupo de laicos católicos que nos reunimos en San Juan de Letrán con el objetivo de dar forma a una organización que nos sirviera de marco para el testimonio de fe en medio de la sociedad socialista en la cual habíamos optado vivir y frente a un mundo signado por la confrontación Este-Oeste, la Guerra Fría, las políticas de Seguridad Nacional, los escuadrones de la muerte, el asesinato de religiosas, sacerdotes, catequistas y hasta obispos.

Una iglesia latinoamericana sufriente que clamaba justicia en El Salvador, Guatemala, Colombia, pero también eran los días del sandinismo en Nicaragua y aquella iglesia de los pobres que ocupaba espacios no de poder sino de servicio dentro de una revolución popular.Algunos de nosotros habíamos ya bebido de la teología de liberación y estábamos ansiosos de acercarnos más a ese pensamiento liberador. Soñábamos entonces con una iglesia encarnada, ecuménica y con una evangelización respetuosa de la diversidad de actores en la sociedad cubana.

Sabíamos también que si bien la teología de la liberación nos podía servir para entender nuestra propia realidad al ser contrastada con la de los pueblos latinoamericanos, era necesario comenzar hacer una teología cubana a partir de presupuestos éticos y nuestras herencias culturales.

Y continuamos el camino, por supuesto en estas dos décadas hemos tenido que volver sobre nuestros pasos, reflexionar sobre lo que veníamos haciendo y cómo lo hacíamos, pues vivimos momentos de cambios muy fuertes, pero siempre nos propusimos continuar y mantener la línea teologal de que el Reino de Dios abraza todas las realidades humanas por lo que en cada momento teníamos que vivir una dimensión teologal objetiva.

Por tal motivo, nuestra Organización lucha por un pensamiento cada vez más humanista y de perfección de nuestro proyecto social y es que el propio Jesús nos señala que lo mas importante es la justicia y la fidelidad, para él ella no es legalista sino que pasa por una praxis que se vive en la justicia entre los hombres.

Sabemos cuan difícil es el camino a recorrer por nuestra sociedad sometida a un inhumano bloqueo y toda una política imperialista hostil, sumado a ciertas deformaciones sociales asociadas a descontroles económicos, etc., pero nuestra opción no ofrece dudas, como no ofrece duda alguna, medidas necesarias para lograr la unión de la nación cubana. Para esto la Organización trabaja como parte de la sociedad civil socialista que está en Cuba.

En estos 20 años hemos podido reflexionar sobre una variada gama de temas. Hemos querido que estuvieran y han estado presentes intelectuales con visiones filosóficas diferentes y esto animado por el respeto a las diferentes identidades que conforman nuestra organización al poseer un sentido macroecuménico. Esperamos que estos hayan servido para crecer en el diálogo.

En los Boletines que hemos traído y en libro que editamos pueden encontrar lo que estamos haciendo, además de señalar que estamos trabajando a niveles de comunidades barriales en temas tan delicados como la violencia, drogas, y participación sin dejar temas neurálgicos como mujer, masculinidad y cultura de paz.

Un reto que tenemos es el trabajo con la intelectualidad progresista y en general de todas las fuerzas de izquierda dentro de Cuba porque se insertan en una lógica de doble dimensionalidad, al tener que tributar a la lucha global, estratégica, anticapitalista pero desde las experiencias directas del contexto nacional donde ser de izquierda implica un enfrentamiento militante al pensamiento y praxis dogmático-burocráticos.

El pensamiento emancipador cubano tiene que responder a los nuevos desafíos sociales incorporando aquellos retos y discursos emancipatorios (de género, culturales, ecológicos, generacionales, etc.) que pueden tributar a la reproducción del proyecto socialista y lograr mayor identificación y armonía con las experiencias de los movimientos internacionales.

Mantenemos un espacio de debate y diálogo que consideramos necesario a la vez que sirve de ejercicio de democratización para el fortalecimiento de la sociedad civil.

También trabajamos en base a celebrar la vida y el legado histórico de nuestros mártires latinoamericanos a la luz de lo que nos corresponde en la implementación de una sociedad global mejor donde reine la paz y la justicia y educar en la solidaridad.

GRUPO DE REFLEXIÓN Y SOLIDARIDAD “OSCAR ARNULFO ROMERO”

¿Quiénes somos?

El Grupo de Reflexión y Solidaridad “Oscar Arnulfo Romero” es una organización de la Sociedad Civil cubana, de inspiración cristiana y orientación macroecuménica,sin ánimo de lucro ni proselitismo religioso, integrada por hombres y mujeres de múltiples sectores sociales, que profesan plurales expresiones de Fe o variadas concepciones filosóficas, identificados en la necesidad de la diversidad, sobre la base de la plena dignidad de la persona humana en su doble dimensión individual y comunitaria,.

Status

Nuestra organización es reconocida por todos los Organismos del Estado Cubano.

El órgano de relación con el Estado, como todas las organizaciones de inspiración cristiana, es la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Estamos reconocidos por el Registro de Asociaciones, pero no registrados debido a la falta de una Ley de Culto que aún está en discusión.

Misión

Promover en el escenario cubano un espacio de reflexión, investigación y transformación social basado en valores solidarios mediante el diseño y ejecución de programas de capacitación y proyectos sociales participativos.

Visión

Ser una vía para propulsar una mayor integración y participación en el desarrollo de la Sociedad Civil cubana de múltiples y diversos actores sociales, y que, incluyendo al contexto internacional, se proyecten hacia un Mundo donde prime la justicia que fructifica en la paz, donde se garantice a todas y todos el acceso a la cultura, al conocimiento y al saber para que puedan ejercer plenamente su libertad, y donde reine la armonía, la solidaridad y el amor cimientos del disfrute de la plena felicidad humana donde el valor primordial es la Vida.

Objetivos

1.- Contribuir al desarrollo de capacidades de reflexión y diálogo, promoviendo una cultura de solidaridad.

2.- Analizar problemas de actualidad de carácter social, cultural, medioambiental y de género desde una perspectiva plural y participativa.

3.- Promover investigaciones como herramientas imprescindibles para el abordaje de la realidad divulgando los resultados en publicaciones diversas.

4.- Gestar proyectos comunitarios vinculados a las temáticas relacionadas con nuestro actuar.

5.- Contribuir con nuestro accionar al desarrollo social sostenible del país.

6.- Capacitar líderes de base, funcionarios públicos, educadores en las líneas de género, medioambiente y participación.

7.- Realizar eventos, talleres y otras acciones que contribuyan a la socialización de los proyectos.

Población meta

Especialistas e investigadores de las instituciones vinculadas a los procesos de sistematización de experiencias, estudiantes y profesores universitarios, educadores populares, líderes religiosos, líderes comunitarios, funcionarios de base, técnicos y empresarios locales y no locales y un amplio público de personas interesadas.

Metodología

Un amplio espectro de metodología entre las que se encuentran: 1) la educación cívica y popular, 2) la realización de talleres participativos, conferencias, seminarios, investigaciones sociales, 3) intervención comunitaria y 4) celebración de la vida como reconocimiento y preservación de la identidad histórica y espiritual del pueblo.

Áreas de acción

• Educación al Público

• Proyectos Comunitarios sobre género, medioambiente y participación social.

Capacitación en la temática de género.

• Capacitación en temáticas afines.

• Investigación social

• Publicaciones

• Solidaridad

Equipo de trabajo Coordinador

Coordinador General: Gabriel Coderch, graduado en Historia y Ciencias Sociales,

Secretario Ejecutivo: Rafael Barrera, Master en Ciencias, Físico matemático.

Coordinadora de Proyectos, Juana Maria Jiménez, Antropóloga e Investigadora.

Coordinadora Género, Diversidad y Cultura de Paz: Zulema Hidalgo, Psicóloga y Educadora Popular

Coordinador de Capacitación e investigación: Armando Chaguaceda Noriega, Master en Ciencias Políticas. Coordinador para extensión: Renán Pérez, obrero.

UN CAMINO

Por Luis Sexto*

El aniversario 26 del asesinato del obispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero favorece actualizar la idea Fidel Castro sobre la alianza estratégica entre cristianos y marxistas. Las balas que abatieron al arzobispo de San Salvador mientras celebraba la eucaristía, arrastraban en su penetrante velocidad el propósito de ajustarle cuentas al prelado por haber querido que la estrella polar no apuntara al norte sino al sur. Monseñor Romero –san Romero de América según la canonización proclamada por el obispo Pedro Casaldáliga- es un mártir de la revolución latinoamericana. Un mártir de la justicia aún pendiente sobre las hambres y frustraciones del pueblo latinoamericano.

Ocho años antes de que la sangre del pastor se mezclara con la sangre del Cordero sobre el altar del sacrificio – 24 de marzo de 1980-, Fidel Castro había formulado un principio que trastrocaba el dogmatismo prevaleciente al juzgar a la religión y a los hombres de fe o de iglesia, como virtuales enemigos o, al menos, como entes de sospechosa cercanía. Los cristianos son aliados estratégicos –es decir, no de conveniencia provisoria, no “compañeros de viaje”- de los marxistas, y de los revolucionarios en su definición más abarcadora. A mi modo de interpretar la idea del líder cubano, Fidel asumía al concebir y difundir ese enfoque que el cristianismo, por su doctrina, que privilegia a los pobres, y por su ética, cuya máxima potencialidad es entregar hasta lo que no se posee, estaba muy próximo a los ideales de la revolución popular

La vida y la muerte de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, por tanto, ejemplifican con el acierto irreprochable del martirio la propuesta de Fidel Castro. Un juicio demasiado suspicaz ha de pensar sensatamente antes de presillar el expediente de reaccionarias o conservadoras con que solemos bautizar pluralmente a las jerarquías eclesiales, incluso a los hombres de fe. Un obispo posee, dentro de la organización romana, autonomía y colegialidad. Y su voz, guía de la iglesia local, adquiere una altitud, una preeminencia que influye en la feligresía, aunque sea obligada a convertirse en una voz que “clama en el desierto”. Y el mérito de Romero trasciende las denuncias de los asesinatos y desafueros de la dictadura salvadoreña, durante sus homilías en la catedral. Se zambulló en lo profundo, en lo más comprometedor de la fe y la signó con un contenido unívoco, sin dicotomías, entre lo escatológico y lo social inmediato. Promovió la lucha por la justicia en su interpretación catequética de los Evangelios: no es cristiano quien salga de la vida y se ubique al margen de la sociedad. Y de los evangelios dedujo su fervor por los pormenores terrenales. “Una verdadera conversión cristiana – sostenía- tiene hoy que descubrir los mecanismos sociales que hacen del obrero y del campesino, personas marginadas. Por qué solo hay ingresos para el pobre y el campesino en la temporada del café y del algodón.”

La crónica de las comunidades eclesiales de base en América Latina está enlutada por cuantos exclamaron, a usanza de los primitivos cristianos: "non possumus". No podemos renunciar a defender la verdad, combatir el mal, amparar al pobre, exaltar al justo. Y la sangre ha consagrado esa actitud. Decenas de mártires: obispos, sacerdotes, monjas, laicos. Fidel Castro lo comprendió, incluso desde antes de 1972, cuando propugnó la alianza entre cristianos y marxistas. Ya lo había expresado en su praxis en la Sierra Maestra, 1958, cuando allí llegó el Padre Guillermo Sardiñas decidido a ejercer su ministerio sacerdotal entre los guerrilleros y también dispuesto a asumir el ministerio guerrillero con sus manos ungidas. Y Fidel lo aceptó.

*Periodista, laico católico

Noticias del Grupo Romero Cuba

ACTIVIDADES AL DÍA

**Alrededor de 60 personas de diversas denominaciones y cosmologías disfrutaron de la Cena Navideña ofrecida por nuestra organización el 20 de diciembre de 2005. En esa suerte de Ágape, destacó la riqueza cultural ganada y la decisión de secundar los esfuerzos por rescatar y potenciar lo mejor de la sociedad cubana.

**Católicos pertenecientes a nuestro grupo realizaron una Reflexión Navideña el 21 de diciembre de 2005 en la residencia de las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, en el Vedado. Durante esa jornada, y a la luz de la palabra de Dios, se repasaron las escrituras bíblicas para revalidar nuestro compromiso de ser mejores seres humanos.

En el transcurso de la cita recordamos además, el hacer del P. Guillermo Sardiñas, en el cuatrigésimo primer aniversario de su deceso.

**El 20 de enero celebramos la primera actividad de 2006: el Taller Economía popular y participación en Cuba, en el cual contamos con las reflexiones del periodista especializado en temas económicos, Ariel Terrero; el profesor de la Universidad de La Habana, Armando Chaguaceda; y el investigador, Marcelo Llera.

**Del 24 al 29 de enero de 2006 se celebró el VI Foro Social de las Américas, en Caracas, Venezuela, al cual asistieron tres hermanos de nuestra organización. Para ellos, esta constituyó una experiencia inolvidable porque pudieron constatar la revitalización de la importancia del compromiso cristiano y hasta de la Teología de la Liberación en los procesos continentales.

En ese ámbito, conocieron además la fraternidad y aspiración común a un mundo mejor. Pero sobre todo, el binomio indisoluble entre el pueblo venezolano y su Presidente, Hugo Chávez Frías.

**La gratitud por la Vida y el testimonio del sacerdote colombiano, Camilo Torres Restrepo, sirvieron de pretextos para reunirnos junto a nuestros hermanos y hermanas del Centro Memorial Martín Luther King, el 15 de febrero, en la Catedral Episcopal de La Habana.

En el espacio ecuménico diseñado con motivo del 40 aniversario de la caída en combate de ese prócer de la Teología de la Liberación, reiteramos nuestra intención de incentivar su resurrección entre todos.

Con antelación, autoridades gubernamentales y del Partido Comunista de Cuba organizaron un acto en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos por similar motivo. Nuestro Coordinador General, Gabriel Coderch, participó como orador principal por la parte nacional.

**Frank T. Griswold, Obispo Presidente y Primado de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, visitó nuestro país durante unos seis días, a partir del 24 de febrero. Luego de recorrer varias instituciones de la ciudad de Matanzas, el prelado elogió los sistemas cubanos de salud y educación y condenó el bloqueo ejercido por Washington.

“Es mucho lo que Estados Unidos puede aprender de cómo Cuba hace para que los servicios médicos y educacionales lleguen a toda la población del país”, señaló Griswold, quien auguró un cercano fin a las limitaciones comerciales impuestas por la Casa Blanca contra nuestra nación por el rechazo creciente entre los norteamericanos.