GUATEMALA

INFORME SOBRE LA SITUACIÓN DE GUATEMALA

ASAMBLEA DEL SICSAL-2006

Cuatro grandes problemas están afectando a Guatemala:

1. El creciente empobrecimiento de la gran mayoría de la población, cuya causa radica esencialmente en el modelo socioeconómico marcadamente neoliberal que privilegia los intereses de los empresarios y de las multinacionales. El gobierno empresarial de la GANA privilegia el mercado y los tratados de libre comercio, defiende la privatización y competitividad basada en la desigualdad e inseguridad alimentaría para miles de familias. El proyecto marcadamente neoliberal de los empresarios se ha limitado a impulsar una inserción a la economía global basada en la exportación de productos primarios,a la explotación transnacional de los recursos naturales (minería, petróleo, agua), a la entrega de los servicios y la infraestructura al capital privado para megaproyectos, a la concesión de privilegios al sector capitalista y al mantenimiento de una fuerza de trabajo barata (bajos salarios). La economía de las clases populares se sostiene gracias a las remesas del casi millón y medio de emigrantes en los Estados Unidos y a la economía informal. Situación que se va a ir agravando por el acelerado crecimiento demográfico.

La situación de empobrecimiento se ha visto agravada por la tragedia de la tormenta tropical Stan, sobre todo en la región del occidente del país (y más concretamente en el departamento de San Marcos), que ha puesto de manifiesto la cruel desigualdad existente. Los datos de desastre son dramáticos: 669 muertos, más de 9,000 viviendas destruidas y 25,835 dañadas, más de 11,000 comunidades afectadas, y por lo menos 474,000 damnificados, y el 65% de las cosechas perdidas. Guatemala vive una situación de hambruna.

2. La violencia, que está alcanzando límites increíbles. La violencia tiene raíces muy variadas, desde el crimen organizado con sus distintas ramificaciones en el narcotráfico y la mafia, hasta la delincuencia juvenil, conocida bajo el fenómeno de las “maras”. La mayoría de los jóvenes integrantes de las maras proceden de familias marginadas y muchas de ellas desintegradas, sin oportunidad de estudio ni de trabajo. A diario aparecen cadáveres acribillados a lo largo y ancho del país (un promedio de 12), pero sobre todo en el área metropolitana. Hay asesinatos, unos por ajuste de cuentas entre las distintas facciones del crimen organizado o de la maras, otros por la “limpieza social”, hay asaltos y robos en las calles y en los buses. Esta situación ha creado un clima de temor e inseguridad ciudadana que, según las encuestas, es el fenómeno que más preocupa a la población guatemalteca. Cabe señalar entre la violencia que azota al país las amenazas, intimidaciones y allanamientos contra líderes y organizaciones sociales. Esta situación de criminalidad e inseguridad es una expresión del sistema socioeconómico y político imperante.

3. La ineficiencia del sistema de justicia, que es arbitrario. Está manipulado por decisiones políticas del gobierno, presiones económicas y poderes paralelos. El 85% de la población considera que el sistema de justicia es el más sobornado. Hay justicia para los poderosos y adinerado, en cambio los pobres quedan excluidos. Hay casos laborales en las fincas que llevan hasta cuatro y cinco años sin avanzar, a pesar de que los trabajadores llevan la razón.

4. La degradación de los valores humanos. Las conductas violentas, la criminalidad, la corrupción, el marcado individualismo, la competitividad, el afán de lucro, la acumulación e idolatría del dinero favorecido por el mismo sistema neoliberal, se han incrementado en el país. La decadencia de valores éticos afecta a toda la realidad humana, a la vida familiar, social, económica, política y cultural.

El sistema Educativo nacional, lejos de promover el desarrollo de los valores humanos, los está excluyendo del programa de formación. Hace énfasis en la Educación mercantilista, como una capacitación para la competitividad,respondiendo al proyecto de la globalización neoliberal.

Frente a estos problemas hay una resistencia y lucha popular. Se percibe un lento, pero constante, crecimiento de las organizaciones sociales: campesinas, indígenas, mujeres, jóvenes, maestros, sindicatos, de resistencia a la explotación minera, etc. Un elemento común de lucha popular gira en torno a la resistencia al TLC y a la explotación minera a cielo abierto.

Existe multitud de expresiones sociales, pero todavía falta cohesión. Se está fortaleciendo el Movimiento Nacional por los Derechos Humanos, presente en la mayoría de los departamentos. Los partidos políticos de izquierda no han sabido responder a cabalidad a los desafíos de la realidad, sin embargo, está surgiendo un movimiento político social de izquierda con una nueva visión, plural, incluyente, participativa en base a la ética de la acción política, la justicia social, el servicio, la responsabilidad, la transparencia, el diálogo y la solidaridad, movimiento que sin ser partido, busca impulsar un proceso de reconstrucción de la unidad de las izquierdas, para que pueda ser una alternativa en el país.

Asimismo, la Iglesia ha tomado una postura crítica frente a las políticas neoliberales, a la luz del Evangelio y de la D.S.I., al lado de los más desfavorecidos. En este sentido son significativos los pronunciamientos y acompañamiento que se está dando al pueblo por parte de la Conferencia Episcopal (CEG), como por las Pastorales de la Tierra, Movilidad Humana, Derechos Humanos, Conferencia de Religiosos y Religiosas de Guatemala (CONFREGUA)... Esto ha ocasionado difamaciones e intimidaciones, sobre todo al obispo de San Marcos, Mons. Álvaro Ramazzini, por parte de los sectores de la derecha económica.

SICSAL-GUATEMALA