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«La Iglesia ve en la juventud, una enorme fuerza renovadora, símbolo de la misma iglesia» (Puebla 1178) |
En las CEB de Nicaragua no solo vemos a la juventud, también la sentimos como esa fuerza renovadora y trasformadora no sólo de la Sociedad, sino también de la Iglesia a la cual impulsa a cambios, en la búsqueda de la construcción del Reino de Dios y a ser una Iglesia más dinámica, creativa y sencilla. La idea de este artículo es compartir nuestra experiencia del trabajo CEB con jóvenes de Managua. Ojalá y sirva para alimentar a otros y otras que igual que nosotr@s creen que Otro Mundo es Posible.
La Dictadura Somocista: Durante los 70 l@s jóvenes inspiradas por el ejemplo del general Sandino habían iniciado la lucha de liberación Nacional en contra de la dictadura de los Somoza (una de las más sangrientas de Latinoamérica). Dictadura sostenida en el poder durante 40 años gracias al respaldo de los Estados Unidos y a la Guardia Nacional creada son su apoyo. Esta lucha se dio desde diferentes frentes en la Sociedad Civil especialmente con l@s universitarios y los sindicatos y se empezó a dar en la Guerrilla con las primeras células Sandinistas en la montañas . En este tiempo much@s Jóvenes Cristian@s de la CEB o hijos e hijas de las personas adultas de las CEB participaron activamente en la lucha, en diversas formas de apoyo y aún en la lucha armada. Nuestras Comunidades fueron perseguidas y nuestras casas sirvieron de refugio para los muchachos heridos Muchos dirigentes se integraron a la lucha y nuestras Comunidades hacían pastoral de guerra y mucha oración especialmente a partir del Exodo.
La Nicaragua Esperanzada y Esperanzadora: En julio de 1979 se logra el triunfo de la Revolución Popular Sandinista apoyada por la mayoría del Pueblo Nicaragüense. En esta etapa los jóvenes asumieron junto con otros sectores de la población la Reconstrucción Nacional y la defensa de la Revolución. Aquí se ve la necesidad de acompañar los procesos juveniles y ser como Iglesia, luz y aliento para este sector que tanto ha dado por Nicaragua. Se prioriza la formación de hombres y mujeres nuev@s para una Nicaragua nueva, en sintonía profunda con los valores y principios del Reino y los principios del Sandinismo (solidaridad, humanismo, amor, entrega, solidaridad) Por eso decíamos «entre Cristianismo y Revolución, no hay contradicción»
Es en el período de los 80 Nicaragua vivía una experiencia reciente de Revolución con trasformaciones sociales radicales, también un bloqueo económico y una guerra de agresión hipócritamente llamada de «Baja Intensidad» (donde murieron 70 mil personas. La mayoría jóvenes)
Desde 1990 con la derrota electoral del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) Nicaragua entra en una etapa de implementación de Políticas económicas neoliberales aplicadas por el gobierno de Nicaragua y «sugeridas» por los organismos internacionales. Entre las consecuencias más visibles de estas políticas está la reducción del gasto público para educación, salud, seguridad social, recreación, producción agrícola y la utilización de más recursos para el pago de la deuda externa e interna. La prioridad son los banqueros y burgueses que ahora regresaban a Nicaragua para reclamar sus propiedades.
Todas esas medidas y sus consecuencia afectaron más directamente a sectores que socialmente son más vulnerables uno de ellos son l@s jóvenes. Ya habían pasado los tiempos de las guerras donde los jóvenes morían en las montañas. Ahora con el sistema capitalista, los jóvenes están condenados a morir por una sobredosis de droga, de desnutrición, y a trabajar por unos cuentos pesos en maquilas y a no tener acceso la educación ni medicamento.
La experiencia se inició en 1980 con el acompañamiento del Padre Jesuita Paco Oliva quien acompañó a grupos de jóvenes en la Nicaragua esperanzada y esperanzadora de los 80. El padre Paco era miembro de un equipo que trabajaba diversas Pastorales Juveniles (de secundaria, universitaria del campo y la ciudad) el padre Paco trabajaba específicamente con las CEBs acompañando procesos y facilitando sus cursos intensivos de formación - acción.
En el año 1982 el Padre Paco tiene que dejar de trabajar en Managua a causa de su línea de trabajo liberadora. Al salir el Padre Paco el Equipo Animador CEB asume la responsabilidad de seguir impulsando la Pastoral Juvenil.
En el año de 1984 las CEB impulsa la Escuela de Formación de cuadros donde varios jóvenes y adultos, religios@s y laic@s se preparar en diversos temas sociales, políticos, económicos y eclesiales y de Teologìa y con métodos de trabajo en la línea de Educación Popular para realizar su labor de Evangelización integral en Barrios y Asentamientos nuevos. En esta Escuela se capacitan jóvenes y adultos que más adelante llegarán a ser Asesores de la Pastoral Juvenil.
Luego de subidas y bajadas y de muchas dificultades, existen actualmente 11 grupos organizados Por lo general un grupo se reúne una vez a la semana. El promedio de participantes es de 12 miembros. Cada grupo tiene su coordinador, secretario y tesorero, y algunas comisiones de trabajo. La mayoría de grupo tiene un Asesor. Existe una calendarización de actividades generales,pero además cada grupo tiene un plan de trabajo y formación propio.
A raíz de los noventa y con el fortalecimiento de la Pastoral Juvenil nos encontramos en el camino con otros que también compartían el amor apasionado con los jóvenes hermanos que también Se la juegan por l@s Jóvenes
Si bien es cierto que nuestra experiencia es sencilla debemos de reconocer algunas pistas y signos que sean harina de un mismo costal para otr@s:
La Continuidad del Trabajo pastoral durante 13 años. Esto lo valoramos aun más tomando en cuenta las difíciles situaciones sociales y económicas en que se realiza el trabajo con jóvenes. Esta continuidad se aprecia de mejor manera en la Escuela de Formación de Animadores de Pastoral Juvenil en los dos niveles de formación, lo que nos permite contar con una cantera de jóvenes lideres y lideresas que asegurar el apasionamiento por la Pastoral Juvenil y por la acción pastoral en otros.
En un mundo que apunta a la vida desordenada, apasionada por el dinero, con metas prefabricadas es una bendición para nuestra pastoral el descubrimientos de planes de vida y opciones vocacionales de los chaval@s también en el descubrimiento y discernimiento de vocaciones religiosas.
Además los Jòvenes han hecho procesos de formación y que ahora están acompañando grupos pre-juveniles, catequesis e incluso acompañando a otros jóvenes, formando equipos de facilitación, grupos de danza y teatro y otros jóvenes están participando en la acción social contribuyendo desde ONG, Movimientos Sociales.
Durante estos años y a pesar de lo rico y aleccionador de la experiencias vividas, por recargo de trabajo y falta de personal se han hecho pocos esfuerzos por sistematizar la vivencia, logros y lecciones aprendidas.
En primer lugar a confiar en l@s jóvenes y en su inmensa capacidad para crear, innovar, realizar y apasionarse. Un error que tuvimos: creíamos que entre más jóvenes tuviéramos sería mejor, ahora estamos claros que nuestra pastoral debe ser de procesos y no de masas. Cuidar los procesos personales junto con los grupales
Recordemos que los resultados son a largo plazo y que igual que el Reino no se puede decir esta aquí o allá. Aunque somos pocos y pequeños nuestra acción no puede únicamente contabilizarse por que de hacerlo sería caer en la lógica del sistema que sólo puede valorar lo que se ve, sí existen logros concretos que les compartimos y muchos más que se nos quedan en el tintero (perdón, en el teclado)
Las necesidades y mística que dieron origen al trabajo con jóvenes siguen siendo vigentes. Hoy más que nunca cuanto la nuevas políticas económicas y estructuras sociales orientan hacia la deshumanización y desvalorización, hoy más que nunca los y l@s cristian@s debemos estar haciendo presente nuestra vos, para cuestionar los valores del sistema, para protestar y hacer propuestas, hoy la formación de seres humanos con valores que comulguen con el Reino de Dios es de vital importancia.
La razones por las que Jesús decidió organizar y crear una Comunidad donde formó a los primeros cristianos siguen siendo vigente en un mundo que como entonces necesitaba de hombres y mujeres testimonio, de Cristianos dispuestos a llevar la Buena Nueva para los Pobres y Liberación para los Oprimidos.
Xavier Ernesto Rodríguez Corea
Del Equipo de Asesores
Pastoral Juvenil CEB
Managua, Nicaragua
Febrero 2008