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De la lucha colombiana
En ocasión de la conmemoración de la caída en combate de Camilo Torres realizada en la sede del Grupo de Reflexión y Solidaridad “Oscar Arnulfo Romero” (OAR) el pasado 15 de febrero de 2013, un vecino del poblado de Catalina de Güines, en la provincia de Mayabeque, nos hizo llegar mediante un amigo un poema que escribió hace 43 años atrás. El portador de tal mensaje, cumpliendo los deseos del autor, leyó el poema que fue escuchado con emoción por todos los presentes.
Posteriormente fue publicado en el boletín Compartir en su No. 1 del año 2013 y ahora compartimos con ustedes.
CAMILO TORRES
H. Plasencia (9 de febrero de 1970)
Se siente entre la espesura
de la nueva selva colombiana,
un Réquiem de guerrilleros
por la rebelde sotana.
Camilo Torres ha muerto
por su Colombia adorada.
El hábito que la Iglesia
le entregó cuando le ordenara,
quedaba chico a su pecho
y al ideal que guardara.
No era justo predicar
la mejilla abofeteada,
en los tiempos hombres-bestias
de tierras colonizadas.
Se siente entre la espesura
de la selva colombiana,
un Réquiem de guerrilleros
por la rebelde sotana.
Camilo Torres ha muerto
por su Colombia adorada.
De la montaña hizo altar,
que no encontró mejor era
que la cima de los montes
de su tierra idolatrada.
De la lucha hizo la ofrenda,
de la guerrera, sotana.
Y allá en los montes alzó,
cruzado por su canana,
la custodia del fusil
ante la tropa formada.
Se siente entre la espesura
de la selva colombiana,
un Réquiem de guerrilleros
por la rebelde sotana.
Camilo Torres ha muerto
por su Colombia adorada.
Y comulgaron el pan
de su ejemplo y su enseñanza,
y bebieron de la sangre
de la juventud inmolada.
Que por sendero escabroso
hacia el Gólgota llevaba,
por cruz, su fusil al hombro
y por corona, su Patria.
Aunó todas las ideas
y supo fundir en hierro
lo intangible de las almas
hombres con Dios y sin Dios
hermanos en la batalla.
Se siente entre la espesura
de la selva colombiana,
un Réquiem de guerrilleros
por la rebelde sotana.
Camilo Torres ha muerto
por su Colombia adorada.
Se hizo pastor de pueblos
quien fuera pastor de almas,
su ejemplo es la rebeldía
en la prédica valiente
de nuevas generaciones,
de rebaños que se agitan
con sus pastores al frente,
del obrero, el estudiante,
del campesino oprimido
del indio que se despierta
y arranca de sus espaldas
su carga de mansedumbre,
tradiciones e ignorancia.
Se siente entre la espesura
de la selva colombiana,
un Réquiem de guerrilleros
por la rebelde sotana.
Camilo Torres ha muerto
por su Colombia adorada.
¡Camilo Torres, América
será libre y soberana!
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