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COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
DETONACIÓN DE UN ARTEFACTO EXPLOSIVO EN UN SUPERMERCADO DE LA CIUDAD DE
QUIBDO EL 25 DE FEBRERO DE 2014
Los obispos, los sacerdotes, las comunidades religiosas y los laicos comprometidos de las
Diócesis de Quibdó e Istmina-Tadó, manifestamos:
1. El profundo dolor y la tristeza que sentimos por el fallecimiento de cuatro personas y
las heridas causadas a otras diez en el mencionado atentado.
2. Reconocemos que la ciudad de Quibdó y el departamento del Chocó, han sido
enormemente afectados con esta tragedia.
3. Repudiamos enérgicamente estos actos de terror y expresamos a los familiares de las
víctimas nuestra oración, cercanía y solidaridad en el dolor común.
4. Como Iglesia, seguiremos trabajando por la defensa de la vida, el respeto a los
derechos humanos, el acompañamiento a las víctimas, la denuncia ante las injusticias
sociales, la promoción integral de las comunidades, y reafirmamos nuestras
convicciones en el poder del Evangelio de la Vida como camino de paz y justicia.
5. Interpretamos este acto terrorista como responsabilidad de personas que se mueven
en los oscuros límites de criminalidad organizada. A quienes se atrevieron a destruir
la vida de muchas personas, a incrementar el número de viudas, huérfanos y
mutilados, los invitamos a una conversión sincera que les permita salir de la trampa
de la ilegalidad y la pérdida de la conciencia y de los valores humanos.
6. Requerimos del gobierno nacional y de los dirigentes locales, trabajar de una manera
más decidida para que el pueblo chocoano tenga condiciones de vida digna.
Sugerimos acciones concretas y audaces que aceleren el desarrollo integral de
Departamento y se puedan superar los ciclos viciosos de empobrecimiento material y
moral de la población. En este sentido, advertimos que, aunque los actos violentos
contra la población civil obedecen a visiones egoístas y corazones enceguecidos por el
odio, las situaciones de miseria económica, el desplazamiento forzado, el abandono
del estado y las prácticas de corrupción, favorecen este tipo de violencias, muchas de
las cuales se pudieran evitar si se ofrecieran a la población mayores oportunidades de
estudio, trabajo, recreación, salud seguridad y otros derechos fundamentales.
7. Exigimos de los organismos de control y la fuerza pública una acción inmediata que
logre desmantelar, mediante estrategias sistemáticas y transparentes, las
organizaciones criminales fuertemente estructuradas, las cuales han logrado someter
e intimidar a gran parte de la población civil desde hace largo tiempo.
8. Hacemos un llamado a toda la población chocoana para que continuemos trabajando
por la paz. No nos dejemos desanimar por las personas que utilizan acciones
terroristas como instrumentos de presión para sus intereses financieros y de poder.
Pidamos al Dios de la Vida, que nos conceda poder gozar de la promesa de Cristo: “Yo
he venido para que tengan Vida y Vida en abundancia” (Jn 10,10)
Diócesis de Quibdó – Diócesis de Istmina-Tadó
28 de Febrero de 2014
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