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Reflexionando la realidad a la luz de Monseñor Romero - 6
Hagamos primero nuestra propia reflexión sobre la vida a la luz de la Palabra de Dios como Monseñor Romero la ha concretado. Luego entremos en diálogo...
235. Ustedes son el templo
Pocas veces los encargados del culto (obispos, sacerdotes, pastores,..) cuestionan la rutina del culto que realizan en sus templos. Así está en los libros litúrgicos, así hay que cumplir. Desde los grandes templos hasta las pequeñas iglesias corren el riesgo de recibir la crítica de Monseñor “su culto es vacío”. No depende del lujo, ni las flores, de las muchas cosas, de los invitados, ni de cumplir exactamente con los normas litúrgicas, sino depende si Cristo está en la comunidad o no. “Ustedes son el templo”, dice Monseñor a la comunidad reunida. Ya es tiempo de “adorar en espíritu y verdad”: en la vida real, en la historia, en el nacimiento del Reino. “Dios no está en el templo, sino en la comunidad”, así cita Monseñor el canto al mártir Padre Rafael Palacios. Sin embargo cuantas veces no escuchamos al inicio del culto: “Bienvenidos/as hermanos en esta casa de Dios”. No, el templo es la casa de la comunidad, es decir, debería ser el lugar donde la comunidad se sienta bien, acogida, en casa, para animarse, para fortalecerse su fe, para celebrarla, …. Y por eso Cristo estará presente ahí “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, estaré”. ¿Cuántos sacerdotes y pastores no han dedicado gran parte de su vida y sus esfuerzos en conseguir fondos para construir o reconstruir templos, mientras han dejado de construir comunidad?
236, Hemos comercializado
Sigue la crítica de Monseñor Romero a la comercialización del culto, recordando las palabras de Jesús: “Han hecho de mi casa de oración una cueva de ladrones”. Hemos comercializado, hemos materializado el culto. Las tarifas para los sacramentos, para mencionar los nombres de difuntos o para intenciones particulares,…. Tarifas más altas para misas cantadas, con más flores,….. Negocio… Es asombrar que algunas Iglesias evangélicas en muy poco tiempo logran construir grandes edificios, templos donde hacer el culto y … “cobrar el diezmo” bajo amenaza de la condenación eterna. La comercialización de la religión… o la religión que ha comercializado la fe: ha desnaturalizada la fe, para convertirla en “próspero” negocio para los dueños.
Si la comunidad de fe no aprende separar su co-responsabilidad por los necesarios bienes de la comunidad (su cuido, el mantenimiento, la reparación,..) de su participación activa en el culto, éste último seguirá siendo un lucrativo negocio. Lastimosamente.
237. Verdadera y falsa religión
En religiones tenemos ahora bastante a escoger… Monseñor denuncia la falsedad de la religión (cristiana, porque de esta habla) cuando es cuestión de doctrina, de teoría, de rezos (muchos y bonitos), de conservación de la tradición,…. Y podemos añadir: cuando es cuestión de cumplir con ritos, de asistir al culto o a la misa, de rezar los 9 días de los difuntos o la misa de los 40 días,…. Y además podríamos decir: cuando es cuestión de peregrinajes con imágenes de los santos, de concentraciones en aniversarios de mártires o en aniversarios de sacerdotes queridos…. No, dice Monseñor, solamente se encuentra la “verdadera religión” al “cumplir la voluntad del Padre”, con la expresión Bíblica “visitar viudas y huérfanos” y lo traduce como “ocuparse del necesitado”.
Las fuerzas contrarias al Reino de Dios (los que promueven e imponen injusticias, los que violan la verdad para adorar la mentira, los que destruyen la vida en vez de defenderla, los que imponen duras leyes al pueblo impidiendo su libertad, ..) necesitan de la falsa religión para justificarse, para esconderse, para no ser cuestionadas por nada ni nadie. “Ocuparse del necesitado” debe traducirse en la lucha por la justicia, por la solidaridad fraterna, por la libertad, por la verdad, por la vida!!!! Esto es la verdadera religión auténtica.
238, Parternalismo
La actitud de encargados de religión muchas veces ha sido una actitud paternalista con esos pobrecitos/as. Hay que darles una ayudita. Se les mira desde arriba, humillándolos aún más. Monseñor denuncia estas actitudes paternalistas. Solamente “de hermano a hermano”, de iguales. Más aún Monseñor nos dice que Cristo mismo nos está hablando desde esos pobres, que son empobrecidos del sistema dominante.
Muchos proyectos de desarrollo utilizan a los pobres, enrollan a los pobres en procesos no sostenibles, con regalos, con donaciones, que poco a poco van acabándose. También proyectos promovidos por las iglesias. Si los y las pobres no son los sujetos de su propio camino a construir, de nada servirá el proyecto. Claro, cuesta, cuesta mucho, acompañar a grupos de familias pobres para que asuman su propia responsabilidad, para que no estén esperando respuestas paternalistas.
Desde las iglesias no podemos olvidar que es Cristo que nos está hablando (y con claridad evangélica) en las palabras y en el silencio de las familias más pobres que nosotros/as. Sin escuchar la voz de Cristo en sus voces, no lo escucharemos tampoco ni en la oración, ni en la Biblia.
239. ¿Qué me puede hacer la muerte?
A seis meses de su asesinato, Monseñor habla de su vida ante la seguridad que lo van a matar. Monseñor comprende que cuando se lleva la conciencia comprometida con “la opción preferencial por los pobres”, se sabe morir sin miedo. Hace referencia a los sacerdotes asesinados. Los siente presente con el en la celebración de la eucaristía. El martirio de los agentes de pastoral es el testimonio de la fidelidad al Evangelio. “Si morimos con la conciencia tranquila, con el corazón limpio de haber producido sólo obras de bondad, ¿qué me puede hacer la muerte? Más bien Monseñor rechaza totalmente esa vida de los poderosos, de los que no viven en la verdad, de los que viven custodiados, con su conciencia intranquila. Además sabemos que Monseñor Romero tampoco respondió a las sugerencias (con insistencia) que le hicieran para salir del país, para evitar “ser asesinado”. Conscientemente se enfrentó con la amenaza y con su asesinato. No sabía ni cuando, ni dónde, ni cómo. Pero estaba preparado. Ya no quiso que alguien le fuera su chofer, para evitar más desgracia. Sabía – en conciencia – que estaba en la verdad y comprometido con la causa de los pobres, los perseguidos, los explotados, los crucificados. “Si cumplen la ley de Dios, vivirán” recuerda todavía en esta homilía.
Esta reflexión de Monseñor Romero sobre su muerte violenta, siempre recuerda que las CEBs de San Ramón en el año 1980 me pidieron con insistencia salir del país y regresar “con vida” cuando fuera posible. Ya habían dinamitado nuestra casa en Zacamil. Ya habíamos escapado en una persecución por civiles armados (en sus cherokees),… Estábamos ya unas semanas en el arzobispado escondidos. Esa salida mía, finales de diciembre de 1980, - aunque era la decisión más razonable – me ha marcado para siempre. Yo salí y Alfonso Acevedo, nuestro animador de CEBs, asumió la responsabilidad pastoral y lo pagó con su sangre el 12 de septiembre de 1982. Esa salida ha provocado una herida que necesita constante “curación” que solamente encuentro como caminante junto con comunidades eclesiales de base, en el camino del Evangelio. Opté por no ser asesinado, hice lo que las CEBs de San Ramón de aquel tiempo me pidieron, estuve en el exilio en Nicaragua con refugiados salvadoreños, y después de unos años de “invierno eclesial personal”, exactamente el 12 de septiembre de 2007, XXV aniversario del martirio de Alfonso, pude volver a levantar el hilo rojo. Se me pidió dar un testimonio sobre Alfonso. Le escribí una carta, desde mi corazón. Reinició la caminata con CEBs. Estoy consciente que “si cumplo con el Evangelio, viviré”, las y los pobres en las CEBs me ayudan a vivir en el camino de Jesús. (escrito a unos días del XXXIV aniversario del martirio de Alfonso)
240. La opción preferencial por los pobres
Cito: “Es inconcebible que se diga a alguien “cristiano” y no tome como Cristo una opción preferencia por los pobres. Es un escándalo que los cristianos de hoy critiquen a la Iglesia porque piensa por lo pobres.”
Es curioso como “la opción por los pobres” (Medellín) ha ido evolucionado pronto hacia “opción preferencial por los pobres” (Puebla) y más adelante “opción preferencial no exclusiva por los pobres”….. Uno se pregunta, ¿Por qué los obispos de la Iglesia (los que discuten los textos de las conferencias episcopales) tienen tanto miedo de las y los pobres, tanto miedo de una profunda y consecuente solidaridad con las y los empobrecidos de la historia (de ayer y de hoy)? ¿Jesús no se hizo totalmente pobre con los pobres? ¿No dejó bien claro que lo encontraríamos en los hambrientos, sedientos, desnudos, enfermos, encarcelados,…? Se lee y se reflexiona tantas veces esos textos del Evangelio, pero como que nuestras comodidades no nos permiten asumir el mensaje de la vida de Jesús. Siempre hay peros y justificaciones. Así se entiendo cuando Monseñor Romero nos dice que es un “escándalo” cuando cristianos-as critican a la Iglesia porque piensa por los pobres”, cuando asume la causa de los pobres, cuando se pone a la par de los pobres en su lucha de liberación, cuando alimenta la esperanza de los pobres,…. Sigue siendo un verdadero “escándalo” que grita al cielo!!! Es inconcebible llamarse cristiano-a sin esa opción fundamental por los pobres. No es cuestión de teoría, se trata de acción, de actitud, de compromiso.
241. Educación individualista
Monseñor denuncia, desenmascara la educación “espiritualista, individualista”. No se refiere tanto al sistema educativo (donde por cierto muchas veces también educan para el egoísmo, para avanzar yo, para ser el mejor, para sobresalir yo, para la “competencia”,..), sino a la formación cristiana, formación en la fe. “procura salvar tu alma”, Cristo me ha salvado, ya estoy salvo, ya puedo vestirme con ropas blancas,… No importan los demás. Monseñor recalca nuevamente que la salvación en Cristo es “la salvación de todas las esclavitudes que oprimen al hombre” y nos pide comenzar por ahí: romper todas las cadenas!!! Opresión, explotación económica, miedo, enfermedad, tristeza, preocupación, el terror,… la exclusión social, la corrupción, la mentira, el engaño, el acaparamiento de la riqueza,….
¡Por ahí hay que comenzar! Dice Monseñor. Cuanto tristeza me da ver lo que en algunas parroquias – que he visto – dan como “catequesis” para la primera comunión, para la confirmación. Enseñan doctrinas, credos, oraciones…. Pero no enseñan ni en palabras y aún menos en hechos el camino del Evangelio: romper esas cadenas que nos oprimen. Ahí hay que empezar!!! ¿Qué han enseñado las iglesias a las grandes mayorías pobres de nuestro pueblo, de tal manera que en la hora de las elecciones esas mayorías votan por partidos de la derecha, y aún más por el partido que está por garantizar el poder de la oligarquía? No hemos comenzado donde Monseñor pide que empecemos.
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