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Día a día con Monseñor Romero. Libro II. Monseñor Romero - Hombre de Dios.- 50
344. ¿Qué conductor de la humanidad puede decir a todos sus seguidores que vive eternamente?
Monseñor nos recuerda que el proyecto del Reino de Dios nos ofrece un horizonte hasta más allá de la muerte. Creer en el Dios de la vida, es una opción, es una decisión, una oportunidad. Nadie está obligado, a nadie se le puede obligar a creer en Dios. Pero quien cree puede ver con la fuerza de su fe, más allá de lo histórico. “Por eso el proyecto de Dios cuenta con la energía más grande”, dice Monseñor Romero.
Los evangelios no oponen la fe con falta de fe, sino con el miedo. Centenares de veces encontramos en la Biblia esa expresión No tengan miedo, No tengás miedo. Muchas veces en tiempos de miedo (por las circunstancias personales o de la historia) nace o renace esa esperanza de poder vencer el miedo. Se corre el riesgo de falsas religiosidades, de pretender en dioses que intervendrán para salvarme. Pero desde nuestra debilidad, desde nuestras heridas (a veces muy profundas) podemos escuchar la voz (de Dios) que nos dice “todo va a estar bien”, no tengás miedo,…. La fe en el Dios de la vida es una oferta, un don, una gracia, que podemos recibir o no. No pocos rechazan esa oferta porque nunca se han arriesgado, nunca han conocido la profundidad de ese amor que Dios nos tiene. Pero Dios tiene paciencia; no obliga, solo ofrece…. Quien se arriesga a esa oferta, puede ver más allá de lo cotidiano, de lo desastroso de la historia, hacia un horizonte de justicia, verdad, libertado, solidaridad, misericordia, fraternidad,….. Y esa visión a largo plazo da a uno, a una comunidad una energía sin fin.
345. La trascendencia del mensaje cristiano.
No pocas veces he preguntado a miembros de comunidades cristianas acerca de su aporte como cristianos/as al partido político, a la organización comunal, social, gremial. En realidad no recibo respuestas satisfactorias, porque esos miembros en realidad no viven diferencias con otros miembros de su organización. Monseñor nos dice en esta cita: “Yo quisiera que hubiera muchos políticos, muchos jóvenes, hombres y mujeres que se organizaran, per con un grande y profundo sentido cristiano “, “con un testimonio cristiano”.
Jesús nos dijo “entre ustedes no será así”, haciendo referencia a las luchas por el poder, a las maniobras (corruptas) entre las organizaciones del mundo. Podríamos concretar esto, especialmente a nivel político y sus relaciones con el poder económico, pero también a nivel de base o intermedio. El “testimonio cristiano” que Monseñor nos pide no se refiere en primer lugar a un actuar “religioso”: prácticas religiosas como adoraciones, procesiones, ni oraciones públicas. No que eso no tendrá valor, como no, pero Jesús mismo nos dio el ejemplo: para orar se retiró al monte, de noche o de madrugada, en el silencio, para escuchar la voz de su Padre en su propia conciencia. La verdadera trascendencia del cristianismo se vive en la realidad, en el ser y el actuar “diferente”. Yo no observo ninguna diferencia respecto a diputados/as que dicen ser cristianos (de religión que sea). Es un reto para todos y todas.
346. ¿Qué es la conversión?
Nos urge cambiar de mentalidad y de actuación. Apartarse de los ´ídolos” del poder, de la riqueza, del placer, de la organización (política),.. para poder arrodillarse en el silencio ante el Dios de la vida. Para encontrarse con ese Dios, tenemos “un camino”, es Jesús. El mismo que era el camino hacia el Padre. Eso es la fe de las y los seguidores/as: Jesús es el camino a andar hoy y mañana, el camino para responder a ese horizonte de Dios.
Hoy varias voces de obispos y teólogos nos están diciendo que es necesario “volver a Jesús”, descubrir quizás por primera vez ese camino a andar. No conocemos las diferentes visiones que los 4 evangelios nos presentan sobre ese camino. Son 4 aproximaciones para conocer el Camino y para arriesgarse a andar por ahí.
Monseñor lo llama “conversión”. Realmente, toda la Iglesia y todas las Iglesias necesitamos constantemente una profunda y sincera conversión. La tentación del refugio religioso (el dejarse llevar por los ángeles al saltar de la torre del templo, como se expresó esa tentación para Jesús mismo) es inmenso. La pastoral del miedo lo ha favorecido (¡y enriquecido a no pocos!!). Necesitamos conversión para que nuestra vida sea un “verdadero testimonio cristiano”. Anualmente en la cuaresma las iglesias hacen esa llamada… ojalá seamos capaces de trabajar en serio esa conversión de la vida.
347. Convertirse es caminar el itinerario de Jesús.
Monseñor está a 15 días de su asesinato y nos habla con claridad. Esa conversión para ubicarse de verdad en el camino de Jesús no es un rito banal, es un “caminar doloroso entre llanto y luto”. Así es porque convertirse al camino de Jesús exige abandonar al hombre/mujer viejo/a, abandonar todo (como Abrahán, el padre de la fe!!!). Monseñor nos pone a la vez las tentaciones y los peligros: “no dejarse seducir por los triunfalismos (podemos añadir las promesas políticas electorales),”ni por las intrigas de la misma religión “(podemos añadir las intrigas dentro y entre los partidos políticos, en el poder político y económico,..) ”ni de la política, ni de las cosas de la tierra”.
El camino de Jesús está opuesto a los caminos de los ídolos del poder, de la riqueza, del placer y de la organización (política). A los cristianos/as Dios nos invita constantemente a vivir de manera diferente, a priorizar proyectos diferentes, a hablar diferente, a vivir “cristianamente”. Eso es convertirse.
348. Seamos luz del mundo, sal de la tierra.
“Se necesitan hombres y mujeres de buena obras, se necesitan cristianos que sean luz del mundo, sal de la tierra”. Monseñor nos pide a todos/as que revisemos los resultados de nuestro actuar. ¿Aumentamos nuestro poder, nuestra riqueza, vivimos idiotizándonos con el placer, divinizamos la dirección de la organización? O ¿vivimos sirviendo para que haya justicia, fraternidad, igualdad, libertado, misericordia? No se trata de intenciones, ni de discursos, sino de los frutos. Visto desde perspectiva de Dios, desde el horizonte del Reino, ¿somos higueras estériles o hay frutos del Reino?
Monseñor menciona también “la ternura y la paciencia de Dios” . Ahí podemos (debemos) aprender bastante. Dios no nos condena, no se pone impaciente si no le reconocemos y nos llamamos o actuamos como ateos. Dios está seguro que su Reino se realizará…. Habrá paz, fruto de la justica. Trabajemos duro.
349. Seamos cristianos activos, críticos.
En El Salvador estaremos cerca de las elecciones cuando se publique esta reflexión. Parece que viene a tiempo esta palabra de Monseñor. Cómo nos hacen falta cristianos/as realmente activos/as, críticos/as! Monseñor nos explica: por ninguna razón debemos aceptar las condiciones (sociales, económicas, políticas, eclesiales,..) “ sin analizarlas interna y profundamente” , No debemos ser mujeres y hombres “de masa”, “ con las cuales se ha jugado tanto tiempo”
Es triste ver como los partidos (sobre todo de la derecha) siguen jugando con el hambre y con las necesidades (que las estructura económicas construidas por sus mentores) del pueblo, comprando los votos con una lámina, una libra de arroz, una escoba con los colores del partido ARENA, con una bandera, y hasta con dinero (billetes en la mano para comprar), con pollo campero, con algún servicio de salud a nombre del partido (mientras el mismo partido ha bloqueado todo el financiamiento para construir el nuevo hospital nacional). Es tan doloroso ver unos ranchitos de miseria con la bandera de ARENA, el partido que los tiene en la miseria!
Monseñor Romero nos pide que seamos gente que “sepan decir sí a la justicia, no a la injusticia”, gente que ponga sus dones al servicio de la vida. Ojalá que en las Iglesias se lea estas palabras de Monseñor, ahora a unos días de las elecciones. Seamos gente consciente, sepamos analizar hasta la profundidad para no dejarnos engañar por las promesas de los partidos de la derecha. Un nuevo camino hay que andar, construir… desmontar un sistema injusto exige mucho tiempo, paciencia y convicción, conciencia. Ser cristianos/as activos/as.
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