Recordando a Camilo Torres

El pensador revolucionario argentino John William Cooke alguna vez dijo que en la política no había vacíos, lo que no llenaba la política revolucionaria, lo llenaba la política reaccionaria. El día 14 de febrero de 2013, Día de Amor y la Amistad, no fue casual que el Grupo de Reflexión y Solidaridad “Oscar Arnulfo Romero” (OAR) junto con el Centro Memorial “Dr. Mar­tin Luther King Jr.” y el Proyecto Nuestra Améri­ca integrado por estudiantes universitarios nos convocáramos para la celebración de la Jornada por el 47 aniversario de la caída en combate del sacerdote y guerrillero colombia­no Camilo Torres Restrepo.

“Correr nuestras cercas” fue el lema que nos convocó en esta ocasión a más de sesenta hermanas/os de muchos lugares y movimientos sociales. Desde la Casa del Alba Cultural en La Habana, reflexionamos como gente comprometida con las causas justas de Nuestra Pa­tria Grande, cuáles son los lí­mites individuales y colectivos que impiden nuestra militancia revolucionaria, la vigencia de la Teología de la Liberación en los procesos emancipadores del continente latino­americano, entre otros aspectos.

El viernes 15 de febrero, en la sede de nuestra institución, el equipo de OAR conmemoró la muerte y resurrección del sacerdote colombia­no Camilo Torres Restrepo. En un ambiente intimista, pero de celebración, se realizó el vía crucis latinoamericano.

Camilo predicó el amor al prójimo como mo­tivación esencial para la lucha por la emanci­pación humana y social y al igual que el Che entendió que “el verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor”. Como bien apuntó Ángel García en su inter­vención en la Casa del Alba Cultural: “aprender que la fuerza creadora del pensamiento propio nos ayuda a re-significar y re-encantarnos con la militancia y con la palabra, a construir nue­vos lenguajes que superen las desconexiones y fragmentaciones, a desalambrar y correr las cercas de lo que constriñe, de las limita­ciones auto-impuestas y los prejuicios que no nos permiten tomar esos saltos cualitativos en nuestra labor liberadora”, ese será nuestro gran desafío.