Señor Presidente, el contexto importa. Hamás inició la guerra actual. Pero Hamás no inició la ocupación y el sometimiento del pueblo palestino. Tampoco fueron ellos quienes profanaron la santidad de la Mezquita de Aqsa en Jerusalén, una gran provocación emprendida por colonos extremistas israelíes [...]
Lo que se necesita ahora no es matar a más personas inocentes. Lo que necesitamos es compasión y misericordia por el otro, construidas sobre una base de justicia tal como se define en el derecho internacional.
Presidente Biden, usted ha declarado que el resultado de este último y más violento conflicto debe resultar en la implementación de la solución de dos Estados. ¡Que ese sea tu mantra! La gente está buscando un liderazgo que ayude a transformar este eslogan en gran medida vacío en pasos concretos hacia la realización de una solución pacífica. Sin esas medidas prácticas, sus palabras no serán más que un ejercicio de hipocresía.
Carta completa en el anexo