LOS CRISTIANOS FRENTE A LOS PARTIDOS DE DERECHA E IZQUIERDA

Enviado por admin el Lun, 08/04/2019 - 15:49
Cristianos frente a los partidos
Autoría
Fernando Bermúdez López

No me gusta clasificar las corrientes políticas entre izquierda, centro y derecha. Más bien considero que habría que situarlas entre los de arriba (los poderosos, los que oprimen, los que se hacen ricos a costa de los pobres) y los de abajo (los oprimidos, los excluidos, marginados…). Sin embargo, en la realidad que vivimos hoy en el mundo todavía se utiliza los términos izquierda y derecha. Es por eso que presento un pequeño bosquejo de sus características.

Características de la izquierda:

  • Es un movimiento político que opta por el desarrollo de la justicia y equidad, promoviendo los servicios sociales: salud, educación, vivienda, trabajo, salarios dignos, apoyo a dependencia…
  • Prioriza el bien común sobre el individual; lo colectivo está antes que lo privado.
  • Defiende los intereses de los más pobres, excluidos, trabajadores, pensionistas, discapacitados…
  • Busca una sociedad en donde la justicia social y la libertad estén integradas.
  • Promueve una sociedad participativa, incluyente, equitativa, sin explotados ni explotadores.
  • Promueve la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
  • Opta por la igualdad de género y se opone al patriarcado.
  • Abierta a la solidaridad con los pueblos que sufren hambre, migrantes y refugiados.
  • Ofrece un proyecto alternativo al sistema capitalista neoliberal en base a una visión social y humanista.
  • Defiende que las empresas sean espacios de desarrollo del ser humano al servicio de la sociedad, no lugares de explotación donde se trabaja largas jornadas por salarios miserables.
  • Aboga por una reforma fiscal seria y justa, de manera que paguen más los que más tienen y no carguen el peso de los impuestos sobre el pueblo llano.
  • Garantiza la libertad de expresión y de organización, sin leyes mordazas.
  • Se opone a las intervenciones militares y a la guerra.
     

En síntesis, la izquierda se identifica con los de abajo.

Lamentablemente, algunos políticos de izquierda, cuando suben al poder, actúan como los de arriba.

Características de la derecha:

  • Es un proyecto socio-político, económico e ideológico basado en el sistema capitalista neoliberal, que divide a los seres humanos en explotadores y explotados.
  • Absolutiza el derecho a la propiedad privada en detrimento del bien común.
  • Privilegia los intereses individuales sobre los sociales.
  • Propone bajar los impuestos, con lo que favorecería que la salud y educación pasen a manos privadas. Privatiza los servicios públicos, porque estos son un negocio para la clase poderosa.
  • Es reacia a recibir migrantes y refugiados; y aboga por la construcción de vallas y muros para que estos no entren.
  • Es partidaria de la carrera armamentista y justifica las intervenciones militares
  • No asume en la práctica la realidad del cambio climático.
  • Es partidaria de utilizar la fuerza armada para controlar el “orden social” y reprimir las protestas populares.
  • Dentro de la derecha hay corrientes llamadas de extrema derecha que son racistas, xenófobas, homofóbicas, aporofóbicas, militaristas, de tendencia neonazi y partidaria de la tenencia de armas, con lo que se generaría una espiral de violencia.
  • El llamado centro es muy ambiguo. Puede inclinarse hacia la derecha o hacia la izquierda, pero sin definirse en cuanto a las opciones fundamentales: servicios sociales (vivienda, sanidad, educación, leyes laborales, pensionistas, impuestos, medio ambiente…)
     

En síntesis, la derecha se identifica con los de arriba.

 

El cristianismo ¿es de izquierda o de derecha?

El cristianismo no es de derecha ni de izquierda (Papa Francisco). Sin embargo, el programa del Evangelio de Jesús y la Doctrina Social de la Iglesia coinciden más con los planteamientos de la izquierda que con los de la derecha. El Evangelio hace una clara opción por los pobres y excluidos. No está en contra de los ricos, sino de la acumulación de riqueza. Así lo expresa Jesús en su mensaje y en su práctica de vida.

Jesús se puso al lado de los pobres y marginados, propuso una nueva sociedad de iguales, de hermanos, sin ningún tipo de discriminación. Llamó a compartir los bienes que Dios ha creado para todos. Su criterio no es la competitividad sino el amor fraterno.

Denunció valientemente las injusticias y la corrupción de los poderosos de la nación de Israel (Mt 23, 25-27; Lc 11, 39; Jn 10,1). Desenmascaró el sistema político de su tiempo cuando dijo: “Los que se consideran jefes de las naciones se creen dueños de ellas, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no será así entre vosotros…” (Mc 10, 42-43).

A Jesús le preocupó la situación de su pueblo. Salió al encuentro de los pobres y marginados (Mt 11, 2-6; Mc 1, 40-45; Lc 5, 12-16). Su misión fue anunciar el reino de Dios aliviando el sufrimiento humano. La injusticia, la corrupción y la especulación financiera son un obstáculo para la realización del reino de Dios. Por eso Jesús exige un cambio radical de la situación. Este cambio comienza por las actitudes más profundas del corazón humano y llega hasta la creación de un nuevo estilo de vida social basado en la igualdad, la reconciliación y el amor.

Recordamos aquellas sus palabras: “¡Ay de vosotros los ricos…! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una guja que un rico entre en el reino de Dios…. No se puede servir a Dios y al dinero… Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y dalo a los pobres…” . La salvación llegó a casa del rico Zaqueo cuando éste devolvió lo que había robado y entregó la mitad de sus bienes a los pobres… La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro es también muy clarividente. Asimismo, Jesús señala que el juicio final tiene como criterio el servicio a los marginados y que lo que se haga con uno de ellos se hace con él mismo: “Tuve hambre, tuve sed, era forastero, estuve enfermo…y me asististeis”.

Jesús se enfrentó a los poderosos de su tiempo, llamándolos “razas de víboras y sepulcros blanqueados…”. Incluso al rey le llamó “zorro” (Lc 13,31-32). Lo acusaron de estar alborotando al pueblo (Lc 23,1-2). Por eso el poder económico (los saduceos), el poder religioso (los sumos sacerdotes y fariseos), el poder político (el rey Herodes) y el poder militar (el gobernador romano Poncio Pilato) lo descalificaron, lo difamaron y se aliaron entre ellos para eliminarlo, dándole muerte en cruz.

Las primeras comunidades cristianas de Jerusalén, después de Pentecostés, bajo la inspiración del Espíritu, se reunían y compartían como hermanos lo que tenían, de manera que entre ellos no había pobres “pues los bienes se distribuían entre todos según la necesidad de cada uno” (Hech 2,44-47 y 4,32-37). Y las comunidades más favorecidas ayudaban solidariamente a las más necesitadas (1 Co 16). De esta manera, se estaba sembrando la semilla del reino de Dios.

 

¿Por quién votar?

A la hora de elegir partido para votar hay que tener en cuenta el programa social del mismo, pero también la honestidad de los candidatos. No basta solo el programa del partido, ni tampoco el candidato por muy honesto que sea. Puede darse el caso de políticos de izquierda con un bajo nivel ético. Y también puede darse el caso de políticos de la derecha que son honestos y con sensibilidad social, pero al ser militantes de un partido que en su programa favorece a los poderosos a costa de los pobres, de poco sirve su honestidad. Por eso es necesario saber discernir entre el proyecto sociopolítico y las personas que lo conforman.

Hemos de ser críticos y visualizar la política como una mediación para que en la sociedad se viva los valores del reino de Dios: la justicia, el amor, el respeto a la diversidad, la fraternidad y la paz, de manera que a nadie le falte lo necesario para vivir con dignidad y en paz.

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