ENCUENTRO DE LAS MUJERES CON EL RESUCITADO María Magdalena, primera testigo

Enviado por Secretaría SICSAL el Lun, 20/04/2020 - 22:41
Jesús resucitado se aparece a la Magdalena
Autoría
Dr. Juan José Tamayo

ENCUENTRO DE LAS MUJERES CON EL RESUCITADO

María Magdalena, primera testigo

Juan José Tamayo

Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones, de la Universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Hermano Islam (Trotta)

Queridas amigas de la Cátedra de Teología Feminista de la Universidad iberoamericana de Ciudad de México.

Buen día de Pascua de Resurrección. Respondo con este texto sobre el Encuentro de las Mujeres con el Resucitado a la invitación que me habéis hecho a grabar un video para compartir desde la Cátedra. La reflexión sobre dicho encuentro entre Jesús el Viviente y las mujeres que lo acompañaron me ha ayudado a mantener viva la esperanza y la creatividad, al menos mental, en esta larga noche de la pandemia y mirar al futuro, sabiendo que la resurrección  a una nueva vida no va a producirse al tercer día, sino que se prolongará al menos varios meses.

Seguro que el confinamiento traerá cambios importantes en nuestra vida personal y colectiva, y  ojalá que sean en dirección a la transformación de las estructuras injustas, a la lucha por la justicia, la práctica de la solidaridad, la experiencia del compartir y la convivencia fraterno-sororal. Son lecciones que esta vez sí tenemos que aprender y practicar las lecciones. En esa dirección van las reflexiones que siguen a continuación.

Las distintas tradiciones evangélicas coinciden en presentar a las mujeres como las primeras personas que se encontraron con el Resucitado. Los sinópticos narran esta experiencia con distintos matices a cuál más ricos. Según Mateo, cuando las mujeres visitan el sepulcro el primer día de la semana, un ángel les comunica que el Crucificado ha resucitado y les pide que vayan a anunciar la noticia a los discípulos (Mt 28,2-8). Inmediatamente después es Jesús Resucitado quien les sale al encuentro y les hace la misma petición: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán" (Mt 28, 9-10). El matiz de Marcos es que el ángel manda a las mujeres que lo comuniquen "a sus discípulos y a Pedro" (Mc 16,7).

Seguir leyendo en doc pdf adjunto