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Tema 28. LIBROS HISTÓRICOS: 1er Libro de Samuel. Dios elige a David
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Tema 28. LIBROS HISTÓRICOS: 1er Libro de Samuel. Dios elige a David
De la mano de Mons. Romero, hemos realizado una catequesis de los cinco libros del Pentateuco o libro de la Ley y, en el tema anterior hemos comenzado a reflexionar los libros HISTÓRICOS y, el primero de ellos, fue el libro de Josué; ahora veremos el 1er libro de Samuel, específicamente, el tema de la elección de David.
El libro de Samuel narra los comienzos de la monarquía del antiguo Israel, actualmente está dividido en dos partes. El primer libro (en el que nos vamos a detener hoy) está centrado en tres personajes. Primero viene Samuel, jefe político y profeta; el siguiente es Saúl, el primer rey, cuya vida termina en fracaso; por último David, del que se cuenta su ascensión al trono.
El libro de Samuel narra los comienzos de la monarquía del antiguo Israel, actualmente está dividido en dos partes. El primer libro (en el que nos vamos a detener hoy) está centrado en tres personajes. Primero viene Samuel, jefe político y profeta; el siguiente es Saúl, el primer rey, cuya vida termina en fracaso; por último David, del que se cuenta su ascensión al trono.
También, en la catequesis de hoy, Mons. Romero, nos presenta el encuentro entre Goliat y el joven David; especialmente, las enseñanzas: la fuerza de la pequeñez es la lógica de Dios.
TEMA 28 EL 1er LIBRO DE SAMUEL.pdf
- Las PREGUNTAS PARA LA COMPRENSIÓN y REFLEXIÓN de esta catequesis bíblica romeriana son:
- ¿Cuál es el proceso de la elección de David?
- ¿Cuáles son las circunstancias que rodean a esta elección?
- ¿Por qué Samuel tiene miedo del rey Saúl?
- ¿Cuáles son los criterios que Dios utiliza para elegir a David?
- ¿Cuáles son los criterios que nosotros utilizamos para elegir nuestras amistades?
- ¿Cuáles son las enseñanzas que Mons. Romero saca del pasaje de David y Goliat?
- Nosotros confiamos en el nombre del Señor, nuestra pequeñez será grande y poderosa en la medida en que sea humilde, amorosa y se afiance en el nombre del Señor. ¿En qué medida vivimos nosotros esta conclusión de Mons. Romero?