Autoría
Jordi Évole en La Vanguardia
Por la calles de Nueva York han aparecido unas jaulas con niños dentro. En realidad son maniquíes acompañados de unos altavoces que reproducen llantos. Es obra de unos activistas que denuncian el trato inhumano y denigrante que centenares de menores centroamericanos han recibido al llegar a la frontera con Estados Unidos.
Fuente: La Vanguardia