EL TRASFONDO DE LA PARABOLA “EL BUEN SAMARITANO” (57-62)
“Esta parábola recoge un trasfondo de siglos. Poco después de la narración de la creación del mundo y del ser humano, la Biblia plantea el desafío de las relaciones entre nosotros. Caín destruye a su hermano Abel, y resuena la pregunta de Dios: «¿Dónde está tu hermano Abel?»
(Gn 4,9). La respuesta es la misma que frecuentemente damos nosotros: «¿Acaso yo soy guardián de mi hermano?» (ibíd.). Al preguntar, Dios cuestiona todo tipo de determinismo o fatalismo que pretenda justificar la indiferencia como única respuesta posible. Nos habilita, por el contrario, a crear una cultura diferente que nos oriente a superar las enemistades y a cuidarnos unos a otros.” (57)
- MEDITEMOS:
El Papa Francisco no enseña en estos párrafos a comprender la parábola del Buen Samaritano, para ello utiliza otros libros bíblicos a fin de descubrir que el mandamiento del amor y la solidaridad por el prójimo que sufre es una enseñanza permanente en la Biblia. Reflexionemos a partir de las siguientes preguntas:
1.- ¿Que textos del Antiguo Testamento aparecen en estos numerales? (57-59) ¿Qué conclusiones o enseñanzas saca de allí el Papa?
2.- ¿Qué textos del Nuevo Testamento menciona aquí el Papa? (60-62) ¿Qué enseñanzas obtenemos de allí?
3.- ¿Qué podemos hacer, el día de hoy, para poner en práctica esas enseñanzas?
- OREMOS Y CANTEMOS
“CON NOSOTROS ESTÁ Y NO LE CONOCEMOS”