“EL PRÓJIMO SIN FRONTERAS” (80 - 83)
La parábola de la mujer/hombre samaritano se pronuncia en un contexto polémico, es preciso tener presente el contexto. Pone de manifiesto y hace patente que lo que tendría que ser lo normal en la vida nos resulta extravagante y lo que tendría que ser cotidiano ha venido a parecernos sorprendente. Esto porque también hoy seguimos haciendo muchas veces lo mismo.
Pregunta: ¿Quién es mi prójimo? y teniendo la misma actitud del sacerdote y del levita, considerando prójimo, como lo entendían los judíos de aquella época de Jesús o sea los más cercanos a nuestro grupo sea en lo religioso, en lo ideológico y en lo racial. Jesús, sin embargo, no explica el significado de: quién es mi prójimo, ni antes ni después de su relato, no recapitula su contenido ni lo aclara recurriendo a otro lenguaje. Es la misma parábola que debe penetrar con fuerza en quien la escucha.
Si Jesús escogió para su relato estos personajes, sin duda alguna no lo hizo por mera casualidad, ni por rechazo a los representantes de Dios. Jesús contó esta historia para que quedase claro de una vez por todas que no podemos ir por la vida aceptando a unas personas y rechazando a otras. Jesús no quiere divisiones, desprecios, amenazas o insultos. Por eso, no dudó en ser provocativo, para decir con fuerza ¡BASTA YA!
Lo primero es que tod@s somos seres humanos y tod@s nos necesitamos un@s a otr@s. Lo que Jesús quería, y quiere, es que nos respetemos, nos aceptemos en nuestras diferencias. Las religiosidades observantes y excluyentes nos deshumanizan. Nos invita a tener como equipaje nuestra propia humanidad. La conclusión de Jesús es: " TIENE QUE IR Y HACER LO MISMO (Lc.10, 37) Así cambió la pregunta ya no es "quién es mi prójimo" sino más bien “cada un@s de nosotr@s es llamado a volverse prójimo de los otr@s”. Y desde la visión de fe mirar en cada mujer y hombre el rostro de Cristo
- MEDITEMOS
El Papa Francisco nos invita a atravesar con audacia todas las barreras culturales e históricas. Esto es un llamado imperativo evangélico: frente al sufrimiento, volvernos cercano a cualquiera, sin pedir su carta de identidad ni religiosa ni de raza ni de nada.
Reflexionemos a partir de algunas preguntas:
- ¿Qué peligro tiene vivir este encuentro misericordioso entre "samaritan@s y judí@s" de hoy para mi persona, mi familia, mi comunidad?
- ¿Son buenos los sentimientos religiosos y nacionalistas que se traducen en desprecios e insultos?
- ¿Qué debemos hacer –en lo cotidiano, a nivel personal y comunitario– para dar a nuestra capacidad de amar una dimensión universal capaz de traspasar los prejuicios, los intereses mezquinos, las barreras históricas o culturales como nos dice Papa Francisco?
- OREMOS Y CANTEMOS: "LA PLEGARIA DE UN LABRADOR" https://www.youtube.com/watch?v=rOlKr2J5_8s