A un año del inicio del paro nacional, a más de 5 años de la firma del Acuerdo de Paz y a 10 años de la firma del Acuerdo Comercial con la Unión Europea (UE), Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para las y los defensores de derechos humanos y ambientales, dirigentes de organizaciones sindicales o dirigentes de comunidades indígenas y afrocolombianas. La implementación del Acuerdo de Paz, firmado en agosto de 2016, se atascó debido a la falta de voluntad por parte del gobierno colombiano, pero también a un contexto internacional que no ha hecho un balance de las realidades en el terreno. La UE, que, por un lado, ha apoyado el proceso de paz, está promoviendo, por otro lado, un modelo comercial que alimenta la violencia. En un momento en que la guerra en Ucrania está cuestionando sus propios valores, Europa puede volver a convertirse en un verdadero actor de la paz en Colombia, siempre que se aclare su acción. Ha llegado el momento de elegir.
Autoría
SICSAL Bélgica
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