LA GUERRA DE PIÑERA

Enviado por admin el Mié, 23/10/2019 - 05:38
Piñera
Autoría
Julio Zumaeta Bustamante. Comunidad Oscar Romero. Valparaíso

1.- Sebastián Piñera Echeñique, presidente de la república de Chile, ha declarado que “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada, ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, incluso cuando significa pérdidas de vidas humanas, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, nuestras estaciones del Metro, nuestros supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible a todos los chilenos.” [referencia]
De esta forma, haciendo uso de los medios de comunicación a su disposición, ha informado a la ciudadanía chilena de su análisis sobre la grave crisis social que vive Chile desde la semana pasada.
No hay un solo minuto de reflexión para indicar que la crisis se ha detonado por el hastío de una interminable letanía de demandas que nunca son escuchadas.

2.- Abundando en el razonamiento ya indicado, agregó que “Porque el deber de nuestro Gobierno, y así está establecido en la Constitución, es proteger y resguardar el orden público y la seguridad, tranquilidad y paz de todos nuestros compatriotas. (aparte) Hoy no es tiempo de dudas o ambigüedades, hay que tomar partido y yo llamo a todas las fuerzas políticas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a condenar sin ninguna duda, con total fortaleza esta violencia y delincuencia. Hay algunos que no lo han hecho, o cuando lo hacen siempre dejan espacios a la ambigüedad, ellos no están contribuyendo a la paz, la tranquilidad y la seguridad de todos nuestros compatriotas, y en cierta forma está facilitando el camino de aquellos que quieren destruir nuestra democracia, nuestras libertades, nuestro estado de derecho y atentar contra su vida, su tranquilidad, su libertad y sus derechos.” [referencia]
De esta forma, siguiendo con la línea argumental del análisis, indica que su objetivo es la protección y preservación de la normalidad institucional, política, económica y social de Chile. Ni siquiera se asoma a la tenebrosa hipótesis de que sea esta normalidad la que está cuestionada y que esta crisis es la expresión de hastío que se concreta después de más de una década de intentos fallidos por encauzar en los mecanismos de esa normalidad los conflictos que aparecen citados una y otra vez en las voces múltiples de los que asumen la expresión de la crisis.
Se hermana así con las más negativas expresiones de la ideología de la dictadura de Pinochet. Ese es el mismo discurso de los demócratas v/s los comunistas, de los chilenos v/s los que quieren destruir a Chile. Se hermana, sobre todo, con la forma de actuar del dictador, ese que decía que “estamos en guerra y hay que decidirse con quienes estamos, con los patriotas o con los enemigos de Chile”, esta vez revestido de la simbología democrática y treinta años después del supuesto fin de la dictadura. Nada parece haber ocurrido desde entonces, ni los deslavados discursos de la política de los acuerdos, ni los llamados a la reconciliación nacional, ni la supuesta transición a la democracia que parece interminable.

3.- La actual crisis que se vive en Chile fue anunciada en muchas formas. Los estudiantes lo habían dicho, de la misma forma que ahora todos los chilenos. Los jubilados lo han expresado muchas veces. Las mujeres se han caracterizado por encontrar formas creativas de actuar en pro de sus reivindicaciones. Los pueblos originarios han hablado en múltiples voces. Lo que puede reconocerse del movimiento de los trabajadores ha sido permanente en sus reivindicaciones. Los ecologistas han generado muchas formas de expresión que llegan hasta la inimaginable acción de colgarse de una torre de alta tensión por varias semanas, para denunciar un proyecto invasivo. Los defensores del agua en las tierras en plena desertificación saben lo que es tratar de hablar con un interlocutor que parece un muro sordo y ciego. A este listado se puede agregar un larguísimo etc. de más y más expresiones de descontento.
Ninguna de estas reivindicaciones, por sí sola, ha logrado el impacto de las actuales manifestaciones. Ninguna ha despertado la atención de la clase política para preocuparse de ella más que para tratar de aquietarla, cuando no de reprimirla directamente.

4.- Pero hoy el gobierno de Piñera se encuentra ante una crisis en la que no tiene interlocutor. El ministro del interior Chadwick ha declarado: “Ante consultas de si esas declaraciones de Piñera (relativas a la guerra) son compatibles con el llamado al diálogo, Chadwick dijo que “es compatible, porque nosotros estamos llamando al diálogo y a buscar la unidad contra los violentistas. Estamos llamando al diálogo a todas las personas, sectores, partidos políticos, representantes sociales que quieren la paz para Chile, que quieren terminar la violencia y que quieren condenar con energía a los violentistas”.[referencia]
Es decir, si quiere abordar con claridad los problemas que están planteados en esta crisis, debería sentarse a conversar precisamente con todos los sectores que en más de una década, más o menos desde las manifestaciones estudiantiles de 2006, han estado tratando de hacer alguna interlocución con las autoridades de gobierno, entre otros, para precisamente cambiar “el orden público y la seguridad, tranquilidad y paz” que el presidente ha dicho que quiere defender y preservar, para lo cual ha llamado a las Fuerzas Armadas a hacerse cargo de disciplinar la sociedad desbocada que ya no está dispuesta a cumplir las normas que garantizan “el orden público y la seguridad, tranquilidad y paz”.
Además, tanto Piñera como Chadwick y todas las autoridades políticas de gobierno, han identificado a los que protagonizan las manifestaciones como delincuentes. Craso y doble error. Error del tipo 1, porque si los protagonistas son efectivamente delincuentes, como intentan hacer equivalentes las autoridades de gobierno, van a tener que entenderse con delincuentes para encontrar salida. Error de tipo 2, porque si los manifestantes no son delincuentes, los gobernantes están reconociendo que los delincuentes son capaces de apoderarse de los espacios públicos apenas son capaces de detectar una situación que disminuye las barreras a la acción delictual.
Este segundo tipo de error parece que se acerca a la situación de muchos territorios en las ciudades y regiones de Chile. Hoy la Intendenta de la Región Metropolitana Karla Rubilar ha declarado que “vimos muchos vecinos defendiendo sus barrios, organizados para defender sus casas….”5. Es decir, la Intendenta de la Región Meropolitana, la máxima autoridad política del territorio que alberga a la capital de Chile, reconoce que el actuar del gobierno es insuficiente y alaba a los vecinos que son capaces de ejercer acción directa para protegerse. Sería interesante saber qué opinión generaría en las autoridades una acción semejante en las comunidades mapuches, cotidianamente violentadas por la policía, por mencionar un solo ejemplo de lo delicado del punto.
Ante una crisis semejante, el presidente de Ecuador Lenin Moreno, acaba de iniciar un diálogo con la coordinadora nacional de pueblos indígenas, luego de retroceder en medidas de carácter económico que detonaron la crisis. ¿Con quién puede hoy dialogar Piñera para resolver la crisis chilena?

5.- Sin embargo, la actual crisis tiene efectivamente un signo de inquietante preocupación sobre la situación chilena. Efectivamente la constatación de la inexistencia de un representante que pueda expresar la globalidad de las demandas, es un problema para encontrar la salida.
Tal vez debiera ser el momento de promover la creación de una organización nacional de NO+, que aúne las diversas consignas:

NO+ AFP (los inventores del término)

  • NO+ Educación chanta
  • NO+ Salud indigna
  • NO+ Corrupción en los ámbitos económicos
  • NO+ Robo del agua en los valles que se secan
  • NO+ Territorios de sacrificio
  • NO+ Regalo del Mar a 7 familias a perpetuidad
  • NO+ Regalo de los recursos minerales a los ricos y los extranjeros
  • NO+ Abusos de los bancos
  • NO+ Explotación inicua de los trabajadores
  • NO+ Sueldos de hambre
  • NO+ Abusos contra las mujeres
  • Etc.

Pero quiero decir algo que me parece indispensable. Una organización nacional unitaria debe recuperar el sentido que le daba el viejo Clotario Blest a este término. Debe ser una organización que no se deje cooptar por los intereses que intentarán domesticar un animal peligroso como éste. Si es efectivamente una organización nacional unitaria con este sentido, será invencible y logrará efectivamente luchar consecuentemente por los cambios que son necesarios en el Chile actual, ese que Piñera quiere proteger y preservar.
Sin embargo esto es un sueño. Un sueño posible, pero que desgraciadamente veo lejano. La historia de las luchas sociales chilenas me dice que la construcción de este sueño es un largo ejercicio de aumento de consciencia de los desfavorecidos. Parece que hemos iniciado este camino.

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