Hambre
Dichosos los que no conocemos el hambre. Podemos frecuentar palabras como apetito, gusto o antojo para aludir el acto alimentario, y sazonarlas con hartazgo, satisfacción, deleite y corazón contento. Sin embargo, muchas personas, demasiadas, de hecho, la padecen de manera cotidiana en el largo plazo. Hambre crónica. Tiene muchos rostros, y sólo en el extremo de la marginalidad y el abandono consiste en estómago vacío, cuerpo emaciado, un deterioro celular que salte a la vista.