Blasfema quien difunde odio y utiliza el nombre de Dios
No querría haber tenido que escribir este artículo. Pero la aguda crisis política actual y el abuso que se hace del nombre de Dios provocan la función pública de la teología. Como cualquier otro saber, ella tiene también su responsabilidad social. Hay momentos en que el teólogo debe descender de su cátedra y decir una palabra en el campo de lo político. Eso implica denunciar abusos y anunciar los buenos usos, por más que esta actitud pueda ser incomprendida por algunos grupos o tenida como partidista, lo cual no es así.